El plan RUA expedientó a 78 vehículos abandonados desde su puesta marcha

El plan RUA expedientó a 78 vehículos abandonados desde su puesta marcha
el acto de limpieza se celebrã³ ayer en el entorno del paseo marã­timo de o burgo javier alborã©s

Para cualquier problema, los coruñeses acuden al plan RUA (Renovación Urbana y acondicionamiento), cuenta la concejala de barrio Mariel Padín, que asegura que el programa de limpieza intensiva del Ayuntamiento es uno de los más demandados por los vecinos. La iniciativa arrancó en 2011 y la edición de este año, la tercera ya, se acaba de poner en marcha en la urbanización Breogán. Su objetivo no es solo dejar las calles impecables. La denuncia de vehículos abandonados o la reparación de mobiliario urbano deteriorado forma parte de sus tareas. De hecho, desde su puesta en marcha, el Ayuntamiento abrió 78 expedientes por la localización de coches abandonados en la vía pública.

La mayoría se concentraban en la Sagrada Familia y Ciudad Jardín

La Sagrada Familia es el barrio donde se detectaron más automóviles en desuso aparcados en la calle: ocho en total. El segundo puesto de la lista lo ocupa Ciudad Jardín, donde el plan RUA contabilizó seis vehículos abandonados. Destacan también Palavea y Monte Alto, donde se abrieron cinco expedientes respectivamente por el mismo motivo.

Padín explica que otro de los problemas a los que tiene que hacer frente el equipo del RUA es a los desperfectos causados por los actos de vandalismo, que ocasionan numerosos destrozos por toda la ciudad. Cerca de 400 contenedores tuvo que reponer el Ayuntamiento desde la puesta en marcha del programa por actos vandálicos. Por barrios, Monte Alto lidera el ránking. El distrito estrenó 42 nuevos el año pasado. Le sigue Los Rosales, donde fue necesario instalar 41 contenedores nuevos, o el Agra del Orzán, donde se colocaron 23. También fue necesario volver a pintar 232 bancos durante el año pasado, instalar 40 papeleras y adecentar 231 parques infantiles.

 

Infraestructuras

En el plan RUA trabajan de forma coordinada las concejalías de barrios, medio Ambiente, Infraestructuras, Movilidad y Seguridad Ciudadana. Padín cuenta que el paso del equipo de limpieza por los barrios sirve para detectar y reparar, por parte de Infraestructuras desperfectos en aceras, bordillos o barandillas.

Según los datos facilitados por el gobierno local, el plan RUA actuó sobre 707 metros lineales de bordillos y sobre 3.769 metros cuadrados de aceras. Se solventaron 1.005 deficiencias en el alumbrado público y se arreglaron 10 fuentes de beber. Una de las zonas en las que se detectó más problemas con la iluminación pública fue en la Monelos, donde se contabilizaron 94 incidencias, y en la Falperra, con 90 problemas en los puntos de luz que gestiona el Ayuntamiento. A través del plan también se atendieron diferentes peticiones vecinales, como la instalación de barandillas en las calles con más pendiente para facilitar la movilidad de las personas mayores.

Según la concejala de barrio, el programa también funciona como un buzón de recogida de las quejas vecinales. Asegura que muchos residentes acuden a las concejalas de barrio mediante el RUA para denunciar prácticas incívicas, como dar de comer a los animales en la vía pública o tirar desperdicios a la calle.

 

El plan RUA expedientó a 78 vehículos abandonados desde su puesta marcha

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