9º-16º
martes | 23 abril | 2024
Los estudiantes coruñeses podrían no tener representación en las próximas reuniones nacionales. A pesar de que las de Galicia suponen una parte importante en el mapa de las universidades del Estado, el nuevo estatuto del estudiantado dificulta que los grupos estudiantiles gallegos tengan voz y voto a nivel nacional. El problema, según el sindicato Comités (antiguos Caf) es que, dentro de sus normas, se incluye una en la que se fija que las asociaciones que no estén representadas en al menos dos de las comunidades españolas, no tienen derecho a opinar en Madrid.
En A Coruña, como en la mayor parte del Sistema Universitario Gallego (SUG), el grupo predominante es le nacionalista, que sólo opera en la comunidad y de hecho, en los últimos comicios coruñeses, venció de forma clara en todas las facultades e incluso obtuvo la victoria en feudos tradicionalmente adversos, como Derecho. Por ese motivo tildan la normativa de excluinte e non representativa.
Por otra parte el texto habilita, en este caso un nuevo órgano, el Consejo de estudiantes, que permite designar a una persona por universidad como representante. A pesar de que en este caso las posibilidades de representatividad serían menores que en otras esferas, los Comités se aferran a la posibilidad de ser seleccionados para acudir a las juntas nacionales. El problema es que, a diferencia de lo que ocurre en Vigo o en Santiago y tal y como lamenta su ex portavoz nacional, Marcos Loureiro, aquí por A Coruña aínda está sen resolver e non temos nada seguro.
Delegado > Además, en el documento aprobado este año, se institucionaliza la figura del delegado, un cargo que desde Comités siempre ha recibido críticas y declaraciones en tono de abierto rechazo. El motivo es que, según lamentan, provoca distorsións sobre el papel de los representantes del alumnado. Además, sostienen que se trata de una figura que contribuye a la desactivación de los estudiantes, porque puede sufrir influencias a la hora de ejercer su función parte de los profesores.
Pero ése no es el único hándicap que encuentran repasando esta nueva estructura. Critican que el Consejo de estudiantes, por su funcionamiento y su composición, resulta antidemocrático y mantienen que incluso es susceptible de ser dirigido por o ministro de Educación de turno. La antigua vocal de Comités, María Traba, habla de institucionalización estudantil y asegura que el consejo estará completamente controlado polo MEC. En sus reflexiones, recuerdan que el órgano fue pensado desde un principio pensado para analizar y debatir problemáticas propios y exclusivos de los estudiantes. Por ese motivo non se entende que esté moderado por una persona que no sólo no lo es, sino que además sería el encargado de tomar medidas en materia de enseñanza.
Recientemente, Loureiro, aseguró que, pese a que no se han definido acciones contrarias a esta decisión, no se descartó emprender alguna movilización en un principio, aparte de la campaña que actualmente tienen en marcha y en la que dejan claro su desacuerdo con la normativa. Y es que los miembros de esta agrupación, que predomina en los claustros del campus coruñés, estiman que se menosprecian los votos de los matriculados en Galicia con respecto a los de otras comunidades de igual o menor peso en la educación superior.
Ya cuando el documento se hallaba en su fase de borrador, y como en todos los que lo precedieron, los miembros de los Comités apreciaron un forte carácter centralizador, que obvia de xeito intencionado el carácter plurinacional del Estado.
Hacia atrás > Sus miembros pretenden quejarse así de que el estudiantado gallego y las organizaciones estudiantiles como la suya ven limitado su marco de actuación. Pero ése no es el único problema que encuentran en el estatuto ya que, según aseguran, el centralismo también es palpable en las contradicciones que presenta en muchos puntos el desarrollo de las competencias de universidad que posee Galicia y, por tanto, A Coruña.
Al mismo tiempo, aseguran que el documento, comparado con otros de los que se aprobaron tanto a nivel de la comunidad como en años anteriores en el conjunto de España, tiene un tono regresivo y da pasos atrás que perjudican a los alumnos. Su alternativa sería por tanto elaborar otra norma más justa.
