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sábado | 20 abril | 2024
Según el relato de la acusación, los hechos ocurrieron el 30 de noviembre de 2011, cuando el acusado se desplazó de madrugada al "Club Trópico", en la carretera de Santiago a Bertamiráns, donde entabló conversación con una mujer a la que le ofreció 3 gramos de cocaína a cambio de sus servicios.
La mujer dijo que solo trabajaba por dinero y el acusado la invitó a subir a su vehículo donde lo tenía (los billetes), a lo que ella accedió tras solicitarle el carné de identidad, aunque le señaló que solo trabajaba en el interior del club.
No obstante, una vez que la mujer llegó al vehículo, J.E.D. lo puso en funcionamiento y ella, para escapar, saltó en marcha, tras lo que se produjo un forcejeo en el que la mujer fue auxiliada por una compañera, y logró deshacerse del hombre, con lesiones de las que tardó en curar entre 8 y 10 días.
Poco después, el acusado se trasladó a otro club, "La caribeña", en el que ofreció a otra mujer 200 euros por sus servicios.
Al decirle que le pagaría después del servicio, ésta segunda también le pidió el carné, que después fue localizado en el primer establecimiento. Cuando la mujer llamó a una compañera para informarle que salía con el hombre e identificarlo, él la obligó a pasar a la parte trasera del vehículo donde le arrancó la ropa, le obligó a realizar una felación, la penetró vaginalmente y la agredió introduciéndole los dedos en el ano hasta hacerle sangrar.
Durante la agresión, el hombre se percató de que había quedado abierto el teléfono de la víctima, con lo que todo fue escuchado y grabado por una compañera.
En el primer caso, el ministerio fiscal considera que se ha producido un delito de detención ilegal y, en el segundo, de agresión sexual y detención ilegal, así como sendas faltas de lesiones.
En la jornada de hoy comparecieron el acusado, la segunda víctima, compañeras de ésta y policías que intervinieron en distintos momentos del proceso para refrendar los informes elaborados.
Sobre el primer caso, el acusado negó los hechos: "Tomé algo, tonteé un poco con ellas y me fui".
Tampoco recordó cuando había llegado al segundo club, donde quedó con la víctima para salir del establecimiento, tras ofrecerle 200 euros.
Negó asimismo que hubiera entregado el carné a nadie y que la víctima hubiera subido al coche obligada y relató que habían mantenido sexo consentido en un lugar entre el club y Pontevea, pero que al acabar comprobó que no llevaba la cartera, lo que provocó un enfrentamiento y que él la dejara no en el club, sino en sus inmediaciones, para evitar las represalias del dueño.
La sala escuchó la grabación del momento de la agresión y, mientras la víctima y su compañera se reconocieron en ella, él dijo no admitir ni la voz que se le atribuía.
La víctima, de 21 años, coincidió con el relato del fiscal y afirmó que había sido "un salvajismo lo que hizo conmigo ese tío". "Me dio golpes por todos los lados", agregó, para concluir que "porque una chica trabaje en esto, no se le puede hacer lo que no quiere".
También afirmó que había dejado el trabajo y ahora recibe asistencia psicológica.
En cuanto a las declaraciones de los agentes que intervinieron aquella noche, policía judicial y científica, se limitaron a ratificar el contenido de los informes realizados.
Mañana la sala realizará las pruebas periciales con la intervención de los médicos forenses, antes de que el juicio quede visto para sentencia.
