El festival de folclore reparte hasta el lunes color y música por la ciudad

  redacción>a Coruña

  Decía la concejala Ana Fernández que lo que empezó ayer en Méndez Núñez iba a proporcionar el color que necesitaba una ciudad pasada por el gris lluvia. La vigesimoquinta edición del Festival Internacional de Folclore “Cidade da Coruña” dispensará hasta el lunes danza y música a través de agrupaciones procedentes de Colombia, Portugal, Isla de Pascua, Togo, Turquía, Albacete y los propios organizadores, la Asociación Coros y Danzas Eidos.

En concreto, los grupos actuarán en distintos puntos de la ciudad a partir de las siete de la tarde. El calendario marca hoy como parada obligatoria los jardines de Méndez Núñez.
Será a las siete y media cuando salgan a la palestra los ritmos de la Isla de Pascua con Toteva Rapa Nui; los albaceteños Abuela Santa Anta y los turcos Izmir Folklor Arastirma Merkezi.
Media hora antes, en la plaza de Pontevedra, estarán Balafon, de Togo, mientras que los portuguesas Cancioneiro de Águeda y los colombianos Nativos de Macondo ofrecerán su puesta en escena en la plaza de San Cristóbal y la escalinata de la Domus. Coreografías que hablan de la historia de los pueblos y que hoy se dan cita para contagiar a los coruñeses de eso que llaman globalización.
Es así como los vecinos sacarán a pasear temas populares que los mozos y mozas de su localidad se dedicaban en el día que se veneraba a la santa, en el que también salían a la calle para pedir comida y dinero.
Nada que ver con la agrupación Balafon, de Togo, que desplegará en cada sesión un poco de las tradiciones que se respiran en su país y que están basadas en el budú. Los espectadores podrán ver mimo, teatro y danzas inspiradas en la brujería y el trance junto a las composiciones manchegas de Abuela Santa Ana.
Las bodas de plata del festival se irán también hasta Turquía con Izmir Folklor Arastirma Merkezi para cruzar el Atlántico e instalarse en la misma Colombia. Allí, Nativos de Macondo transmitirán lo mismo que hizo un día García Márquez con la pluma pero, esta vez, a través del cuerpo.
En este sentido, la edil hablaba de los espectáculos como mágicos, una forma de representar, además, “convicciones, costumbres y vivencias de los pueblos” y de asegurar el futuro porque “una humanidad mejor pasa por la cultura”, siempre que el tiempo sea cómplice, añadía.