El estómago de los coruñeses se rinde ante la eficacia de la “superfilloeira”

El estómago de los coruñeses se rinde ante la eficacia de la “superfilloeira”
Los coruñeses disfrutaron del “buen hacer” del artilugio .Susy suárez

Como si se tratase de un prototipo de la mismísima Nasa, cientos de curiosos se agolpaban ayer por la mañana junto a una pequeña carpa ubicada en las inmediaciones del cuartel de Atocha para contemplar el ingenio mecánico más sorprendente de la gastronomía gallega de los últimos años. Y es que, vista de lejos, la filloeira electrónica poco difiere de una nave espacial, con sus casi siete metros de diámetro y las casi 1.600 filloas que “dispara” a la hora.

Las filloas que no se llegaron a repartir se han donado a varias residencias de la Tercera Edad

 

Caras expectantes para ver en funcionamiento la “superfilloeira” y, como no podía ser menos, llevarse alguna prueba gratis. Aunque tardó unos minutos en calentar, la máquina ya estaba trabajando a pleno rendimiento poco después del mediodía y surtiendo de filloas a las largas colas que se iban formando en la plaza de Millán Astray. “Entre las doce y media y las tres de la tarde esto fue un no parar, de tanta gente que había”, señalaba horas más tarde Blanca Abel, que junto a su marido, Jacobo Pérez, es la promotora de la filloada popular.

“El alcalde y la concejala de Cultura tenían ganas de introducir algún tipo de fiesta culinaria dentro de las celebraciones de Carnaval”, relata. “El reto estaba en hacer algo en grandes cantidades para una ciudad como esta, así que nos pareció que la filloeira encajaba muy bien en este propósito y, por supuesto en estas fechas”, apunta la organizadora.

Blanca Abel y Jacobo Pérez son amigos del inventor de la filloeira electrónica, Orlando Vázquez, por lo que la tramitación para traer la máquina hasta A Coruña no pudo ser más sencilla. “No tuvimos problema en traerla, además, la que utilizamos hoy aquí es nueva y más completa que la que se usó en otros lados, porque los filloeiros –planchas donde va la mezcla– son móviles y se pueden intercambiar y poner planchas para otro tipo de alimentos”, explican.

Sabor tradicional > A falta de saber cómo se prepararían otros platos en tal ingenio mecánico, lo cierto es que los que tuvieron la oportunidad de degustar ayer las filloas se quedaban sorprendidos por su sabor. “La gente no se espera que una filloa preparada en una máquina sepa como hecha en casa, pero así es”, subraya Abel.

El secreto está, dicen sus conocedores, en la elaboración a fuego lento, los buenos ingredientes y, cómo no, en la mano experta de cinco panaderos que controlan la máquina y que son los encargados de verter el “amoado” en los filloeiros. “Pura artesanía en tiempo récord”, lo describe Blanca Abel.

Y cualquiera podría asegurar que las 15.000 filloas que se repartieron ayer han batido algún tipo de récord. La mayor parte se distribuyeron de forma gratuita entre el público asistente, pero también se reservó una importante cantidad para donar a varias residencias de la Tercera Edad.

Los organizadores de la filloada popular destacan el éxito que ha tenido la iniciativa y que podría hacer de A Coruña “un referente del Carnaval”, al menos, a nivel gastronómico.

De hecho, la buena acogida que tuvo la filloeira durante la jornada de ayer ha llevado al Ayuntamiento a plantearse la posibilidad de traer la máquina para próximos eventos en la ciudad, como podrían ser las fiestas de San Juan.

El estómago de los coruñeses se rinde ante la eficacia de la “superfilloeira”

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