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jueves | 25 abril | 2024
Fuentes de la Guardia Civil revelaron que el Renault Clío que colisionó frontalmente en Fonteculler contra un taxi se había saltado dos controles y no uno, como se pensaba anteriormente. Al volante iba R.A.P.A., un dominicano de 27 años, que continúa ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Complejo Hospitalario Universitario, donde había ingresado aquejado de un traumatismo craneoencefálico severo. Fuentes hospitalarias aseguran que el estado del joven sigue siendo de extrema gravedad, mientras que la joven que lo acompañaba murió el acto.
La persecución que acabó con el choque se inició en la avenida de A Pasaxe a las ocho de la mañana del domingo. El Renault Clío circulaba en dirección a Alfonso Molina cuando se encontró con el control de la Agrupación de Tráfico del Instituto Armado, a pocos metros de la parada de bus allí se encuentra. No está claro si los agentes le hicieron una señal para que se detuviera para someterse a la prueba de alcoholemia pero lo que sí se sabe es que, nada más ver a la Guardia Civil, el conductor dio un volantazo, pasó por encima de la zona cebrada (pintada con rayas blancas) y se metió por el túnel que atraviesa la rotonda, explicaron estas fuentes.
Precisamente al otro lado del subterráneo había dispuesto otro coche patrulla que también ejercía funciones de control. Uno de los nuestros le dio el alto, pero ya vio cómo venía acelerando y se echó a un lado, revelan. Fue este segundo coche el que comenzó la persecución propiamente dicha.
Bloqueo > Ahora bien, la de perseguir a un sospechoso en coche a toda velocidad es una práctica peligrosa que las fuerzas de Seguridad evitan porque suele acabar mal. Esto pasa más a menudo de lo que a nosotros nos gustaría. Lo habitual explica un agente es que sigamos a los sospechosos desde una distancia prudencial, informando en todo momento de la posición en que se encuentran, para que nuestros compañeros puedan cortarle el paso. Es precisamente lo que intentaba hacer el coche patrulla que comenzó a seguir al Renault Clío, que ya estaba callejeando por Fonteculler.
Pero en esta ocasión no pudo ser. La velocidad a la que viajaban los fugitivos (mucho mayor que los 50 kilómetros por hora que están permitidos en la zona) impidió que se pudiera detener al coche antes de que se estrellara frontalmente con un taxi que veía en dirección contraria. La persecución terminaba así a poco más de dos kilómetros de distancia de donde se había iniciado, en el lugar de A Corveira.
La fuerza del choque había deformado de tal manera el Renault Clío que los bomberos de Arteixo tuvieron que trabajar durante más de hora y media para liberarles. La joven, Y.S.E., de 25 años, fue extraída ya cadáver, mientras que a él se le sacó antes, para que se le pudiera trasladar al Complejo Hospitalario Universitario. En cuanto al taxista de Culleredo que se vio implicado en el siniestro, de uno sesenta años de edad, sólo sufrió heridas leves.
