El comercio de la zona centro resurge gracias a la apuesta por las franquicias

El comercio de la zona centro resurge gracias a la apuesta por las franquicias
franquicias como wogaboo, nacida en madrid, se instalarã¡n en la ciudad en breve quintana

No es un secreto para nadie que la calle Real languidece al mismo ritmo que la capacidad de consumo de los coruñeses y la fluidez de crédito para los empresarios, pero en el centro se ven brotes comerciales tan fuertes como los que están reviviendo la Ciudad Vieja. Alrededor de una de las zonas de paso más caras de A Coruña se ultiman los detalles para la apertura de varios negocios. La Asociación Zona Comercial Obelisco confirma que la mayoría de estas tiendas que están ayudando a retomar el potencial comercial de antaño son franquicias en las que se apoyan aquellas personas que buscan en el autoempleo una solución a varios meses sin encontrar trabajo por cuenta ajena.
“Hay un boom en las calles paralelas y perpendiculares a la calle Real porque los locales son más asequibles, en esas se están bajando los alquileres”, reconoce el presidente de la Asociación Zona Comercial Obelisco, Antonio Amor, que ofrece como referencias las anunciadas aperturas en La Galera, Olmos o San Andrés, por nombrar solo algunos ejemplos. Aunque hay establecimientos de corte original o que se dedican a ventas de toda la vida pero con una apuesta total por parte del nuevo empresario, la mayoría de los coruñeses que deciden apostar por el autoempleo en el entorno lo hacen a través de cadenas bajo la modalidad de franquiciados.
Así lo aclara Amor, que habla de la eclosión de las “franquicias de alimentación de yogures helados o las bakery’s”. “Muchos prefieren apoyarse en una franquicia para empezar que hacer experimentos porque aunque te exigen cierto tipo de localización te lo dan todo hecho”, comenta.
Insiste en esta idea recordando que la mayoría de los emprendedores tienen que solicitar el cobro del desempleo de una tacada y “una franquicia te da seguridad porque te provee de una imagen” y da la sensación de que el establecimiento tiene más posibilidades de salir adelante.
Pero el representante no ve a estas cadenas con un toque personal como algo negativo o amenazador pese a que, por ejemplo, los puestos de yogures se hayan multiplicado y se vieran obligados a ampliar sus cartas para sobrevivir.

una visión en positivo
“Les deseamos lo mejor”, afirma, y recuerda que no importa si lo que abre es una pastelería, una firma de comida como junto a la Librería Arenas o varios Compro Oro y tiendas de empeños en San Andrés. “Cualquier movimiento es positivo y si es en nuestra zona mejor porque es señal de que es un punto de referencia”, presume, aludiendo a que es un “privilegio” que el empuje comercial y la fama de la zona Obelisco se mantengan.
En el fondo considera a este tipo de negocios como comercio tradicional al mismo nivel que una joyería o una mercería, porque “se está volviendo a los orígenes”. “El tema no es lo que te vendan sino cómo te lo venden” y pese a que sean franquiciados, el éxito o el fracaso depende en gran medida de ellos. “Es muy distinto que cada día te atienda una persona, que que te traten de forma personal como tradicionalmente”, zanja.

El comercio de la zona centro resurge gracias a la apuesta por las franquicias

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