11º-14º
jueves | 25 abril | 2024
Más de 250 personas trabajan desde hace días en el montaje del escenario que subirá a una de las leyendas del rock. Lenny Kravitz desembarcará en la ciudad poco antes del concierto para irse poco después. Todo parece indicar que el artista marchará con sus bártulos tras el directo, si quiere estar puntual mañana a su cita con el Rock in Rio en Lisboa.
Lo que sí está claro es que el engranaje preparado para esta noche será el más pesado que soportará el multiusos en sus 21 años de vida. Más todavía que las 20 toneladas que desplegó Shakira en 2006. En concreto, el director del multiusos, Javier Rodríguez, señalaba que la estructura alcanzará las treinta y será todo un reto para los operarios del edificio ya que Kravitz ha optado por un formato nada convencional.
Al contrario que en su anterior gira que incluía el Ifevi de Vigo como parada y se inspiraba en la estética rockera ochentera, para este tournet el cantante norteamericano se ha decantado por las plataformas angulosas. Y es que la parte más saliente del escenario será triangular igual que la estructura de iluminación.
Por su parte, el equipo técnico es de un primerísimo nivel, según el responsable del recinto, que apuntaba que la pantalla 3G instalada para la ocasión será uno de los elementos más pesados colocados hasta el momento. Rodríguez cifraba en setenta, las personas de producción que han viajado con el artista, a las que hay que añadir otras más de 150 que aporta el Coliseo para asegurarse de que todo salga bien.
Es por eso que el que baña su nuevo disco “Black and White America” de ritmos funkys realizará un viaje relámpago hasta la ciudad ya que hace dos días ofrecía su directo en Valencia y mañana tocará en la ciudad lisboeta.
De ahí que se baraje la posibilidad de que una vez termine de tocar los bises, se dirija a Santiago para coger el primer vuelo a Portugal o bien duerma en A Coruña y conecte con Lisboa desde Alvedro a las 08.00. En cuanto a las entradas, el Coliseo espera obtener el empujón de última hora para llegar a las ocho mil. Aún así, las más de siete mil despachadas lo sitúan por delante de Granada y Valencia y a muy poco de empatar con Barcelona.
Por otra parte, los incondicionales del estadounidense podrán acceder al recinto a las siete y media de la tarde. A las ocho y media, los DJs Nano, Candela y el también motorista Fonsi Nieto tomarán el escenario para calentar motores hasta las diez. Cuando la estrella de aires retro se coloque sobre un triángulo a repartir joyas hechas canciones. Con su guitarra y el talento de quien lleva más de 35 millones de discos vendidos en todo el mundo.
Kravitz repasará los grandes éxitos de su carrera haciendo hincapié en el noveno álbum “Black and white America”, para el que buscó la inspiración muy cerca de su casa. Su espíritu procede de los lugares en los que se hizo la música. Por eso, es la colección más personal de su carrera: “Sin duda, mi entorno influye mucho en el proceso creativo”, apuntaba el músico. Y es que Kravitz pasó de inspirarse viendo bailar a las mujeres de Las Bahamas que “no compran los estereotipos de ropa que los medios dicen que son hermosos” a escuchar la música de París dando vueltas en su coche.
Allí comenzó la mezcla cuando salió el soul y el R&B que escuchaba en el instituto y se juntó con Earth y los Quincy Jones para aliñar todo al gusto. El resultado, dice el propio artista, hace que cualquiera que lo escuche, lo sienta. A las diez de la noche.
