El centro de menores de Palavea sobrepasa en un tercio su capacidad

Con la llega del mes de septiembre, los colegios e institutos que hasta entonces estaban vacíos se abren para recibir a los estudiantes. No es el caso del centro de menores Concepción Arenal, situado en Palavea, que sigue contando dentro de sus muros con 35 internos. Es el número de plazas que ha designado la Consellería de Benestar, a pesar de que las instalaciones fueron diseñadas para albergar solo a 24 menores que cumplen medidas judiciales por delito. Es el resultado de una práctica que se mantiene desde tiempo atrás, pero que se ha agudizado en el último año como consecuencia de los recortes motivados por la crisis, de manera que ahora el centro de Palavea sobrepasa en un 32% su capacidad real.

Las instalaciones ya incumplen la Ley del Menor en casos como el número de inodoros

De momento, los profesionales del centro sobrellevaban la situación convirtiendo las habitaciones simple en dobles por el simple procedimiento de añadir camas. Pero también tienen que aumentar la vigilancia para evitar conflictos entre sus pupilos. “Los adolescentes valoran mucho su espacio, y cuando están todos juntos suele haber roces”, explicaron fuentes consultadas, que también señalan que se está incumpliendo el reglamento autonómico de la Lei do Menor en temas tan básicos como el número de inodoros por interno.

La razón de que la Consellería de Benestar haya aumentado el número de menores por encima de la capacidad original es que el de Palavea es uno de los tres centros de reforma –es decir, que sus internos han cometido algún delito– que existen en Galicia y uno de los dos que son de gestión privada. Entre los tres tienen que satisfacer toda la demanda que generan los juzgados de un lugar donde internar a los menores que dilinquen. Durante la etapa del bipartito, existían cinco de estos servicios, pero fue el mismo ejecutivo de Emilio Pérez Touriño el que decidió cambiar la función de dos de estas instalaciones para convertirlas en centros de protección –para menores bajo tutela de la administración–en un momento en el que la demanda era menor y los dos centros restantes podían asumirla.

Uno más

La intención de la Xunta era construir un tercer centro de reforma, pero la crisis truncó el proyecto, que el ejecutivo de Alberto Núñez Feijóo aparcó en un momento en que también aumenta la delincuencia y los problemas sociales que provoca la crisis conlleva que más menores requieran ser alojados en centros de protección cuando sus padres no pueden hacerse cargo de ellos o están separados por alguna razón. Las más frecuentes son que su progenitor esté en la cárcel o sea inmigrante.

De momento, el Concepción Arenal, gestionado por la Fundación Camiña Social, soporta lo mejor que puede la crisis, en parte gracias a que no ha sufrido problemas laborales, como otros servicios públicos, desde finales de 2010. Ya entonces los trabajadores denunciaban la precariedad que suponía en el servicio las restricciones de gasto en materiales para las actividades, no solo lúdicas, sino también escolares y formativas. n