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viernes | 19 abril | 2024
El Banco de Alimentos Rías Altas busca un nuevo local en el que instalarse y almacenar sus productos cuanto antes, puesto que lleva más de un año en una nave provisional. Ahora, pide la colaboración de las administraciones públicas y de las fundaciones para que colaboren en la búsqueda o en el pago de un alquiler. Y es que, según informan desde la entidad, no pueden acceder a las instalaciones que podrían darles servicio.
Los ingresos de la agrupación son muy limitados y los requisitos del almacén son muchos. Por un lado, se necesita que la superficie alcance los 800 o los 1.000 metros cuadrados –el lugar en el que todavía permanecen mide 1.200– y que no esté a las afueras de A Coruña. “Porque los voluntarios que tenemos son gente mayor o en paro que si tienen que ir todos los días a Betanzos o así, ya no podrían venir”, asegura el secretario del banco, Gonzalo Romero. Por ello, la búsqueda se ha centrado en los polígonos de Pocomaco y A Grela, en donde hay un gran número de naves vacías debido a la crisis, pero de un alto coste.
Los ingresos mensuales de la entidad rondan los 330 euros y sus voluntarios son jubilados o parados
En cuanto a los ingresos fijos, Romero alerta de que rondan los 330 euros, salvo alguna donación puntual, por tanto les resulta imposible hacer frente a un alquiler y a los gastos de mantenimiento.
Ahora > Actualmente la entidad estaba en una situación provisional que se alargó más de lo previsto. Todo empezó en octubre de 2010, cuando recién formado el Banco de Alimentos Rías Altas, carecían de un lugar en el que guardar los aprovisionamientos y el Puerto se ofreció a ceder parte del depósito franco que en ese momento estaba libre. El pacto era que permaneciesen en el lugar hasta diciembre, pero la situación se alargó hasta hoy.
“La Autoridad Portuaria por humanidad nos permitió estar ahí cuando no se podía, nunca debíamos haber estado allí”, admite el secretario que le está “enormemente agradecido” al organismo portuario. Inicialmente la estancia de la entidad solidaria fue totalmente gratuita. Después se comenzó a realizar un pago simbólico, según informa el portavoz del organismo, por los gastos que provocaba su actividad. Y es que además de luz, el ente utilizaba la maquinaria portuaria como las carretillas e incluso se les facilitaba una cámara refrigerada para los alimentos perecederos.
“Gracias por todo lo que han hecho”, insiste Romero. Pero ha llegado el momento de abandonar este almacén en el muelle de San Diego porque es necesario para el tráfico de mercancías del puerto.
El depósito franco lo gestiona un consorcio integrado por el Ayuntamiento, la Diputación, la Cámara de Comercio y la Autoridad Portuaria. Según informan desde esta último ente, todas estas instituciones ya han mostrado su voluntad de colaborar en la búsqueda de una nueva ubicación para Rías Altas. “E incluso la Xunta colaborará en la búsqueda de un almacén”, afirman desde el Puerto.
Reunión > Precisamente para hablar con algún responsable del Gobierno gallego el presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos, José Antonio Busto, visitará el lunes la comunidad. “Estamos llamando a todas las puertas”, asegura Romero, que explica que en el resto del Estado, son las administraciones públicas las que ceden un espacio. “Bien Ayuntamientos, Gobiernos autonómicos, consorcios... Son cesiones”, apostilla el secretario de la entidad en A Coruña.
Durante los más de dieciseis meses de vida la organización coruñesa ha logrado repartir entre los necesitados tres millones de kilos de alimentos entre 25.000 usuarios, a los que llegan a través de 128 entidades asistenciales de toda la provincia. “Es una pena que todo esto se pierda”, señala Romero, por ello reclama ayuda.
Además, de encontrar un lugar en el que ubicarse el objetivo de la agrupación es darse a conocer. En su sede actual no podían disponer de ningún tipo de indicación que les identificase y cree que sería beneficioso para su labor y el servicio que desempeñan poseer un cartel o algún tipo de rótulo.
Antes de dar este paso, necesitan encontrar un almacén antes de que llegue la primavera, puesto que está previsto que sea en marzo o abril cuando se incremente la necesidad de espacio en el puerto con la llegada de más mercancías. Por ello, desde el Banco de Alimentos Rías Altas reclaman la colaboración de entidades benéficas o de cualquiera que desee colaborar con su causa.
