El ayuntamento ya está modificando la norma que prohibe la música en los bares

La polémica continúa servida entre los hosteleros coruñeses debido a las limitaciones que les impone la ordenanza medioambiental en materia de música en bares y cafeterías. Pero mientras un colectivo recoge firmas para exigir la mayor celeridad en los cambios de la normativa, el portavoz municipal, Julio Flores, confirmó ayer que “ya se está trabajando en su modificación”. Ante el malestar del sector por el retraso en el cumplimiento de la promesa electoral tanto el portavoz municipal –como el propio alcalde en un desayuno informativo– recordaron que todavía tienen dos años para reafirmar su compromiso.
Una vez rematada la nueva ordenanza de terrazas, la Asociación de Hostelería de A Coruña empezó una campaña para exigir que se acometiera la modificación de la normativa relativa al medio ambiente que regula los ruidos y la música.
Sin embargo, ante la falta de convocatoria por parte del Ayuntamiento para compartir opiniones, el malestar del colectivo fue a más y hace escasos días un grupo de medio centenar de empresarios se organizó por su cuenta para conseguir firmas que aceleren el proceso y eviten lo que consideran una persecución de la Policía Local, pues se está multando a quien pone música.
Ante esta campaña que incluso han personalizado en el edil Julio Flores (con cartelería incluida), el portavoz municipal recordó ayer que el asunto “corresponde a otra concejalía”. En todo caso se pronunció al respecto y afirmó que “se está escuchando a todos los colectivos”, por lo que les conminó a dejar de buscar apoyos.

una norma difícil
“Como no es fácil” contentar a todos los actores que podrían estar implicados de una u otra forma en los resultados del reestructurado documento, se trabaja “sin prisa pero sin pausa para modificar la ordenanza”.
Preguntado por si se está tocando el texto actual –que data de 1997 y, según el sector, también se ha quedado obsoleto en otros puntos– de forma activa confirmó que “ya se está trabajando en la modificación”.
No obstante, Flores subrayó en varias ocasiones que se trata de un asunto complejo porque hay que conjugar el aportar una herramienta que ayude a los hosteleros a mejorar su rendimiento con asegurar “el derecho al descanso de los vecinos”. En este sentido, comentó que el gobierno local también estaba a expensas del Plan General de Ordenación Municipal porque “incluye los distintos perímetros de ruido y las cosas no se hacen de forma caprichosa”. “Nos gustaría ser más diligentes pero hay que atender a unas condiciones”, recalcó, y recordó que para cumplir su promesa electoral aún les quedan dos años de trabajo.
En la misma línea se manifestó el alcalde, Carlos Negreira. “Lo contemplamos en nuestro programa pero iremos cumpliendo las cosas y esperamos enfrentar ese tema en un breve plazo para dar una solución favorable a los hosteleros y a los vecinos”, afirmó. n