El acusado de intentar pasar droga a Teixeiro dentro del cuerpo alega que las 140 pastillas eran para él

Cuando la Guardia Civil decidió trasladarlo desde la prisión de Teixeiro al Complejo Hospitalario Universitario para someterlo a un examen radiológico descubrió que dentro del cuerpo ocultaba tres preservativos donde guardaba 140 pastillas de metadona y psicofármacos, 16 gramos de hachís, tres de cannabis, cuatro de heroína y poco más de uno de cocaína. Llevado ayer a declarar a la Audiencia Provincial, el recluso descartó que la droga que ocultaba en el intestino fuera para vender entre los otros internos y aseguró, por contra, que era su dosis para poco más de una semana.

“Las duras no me llegan ni para un día”, afirmó ante el tribunal, que le juzga por un delito contra la salud pública que puede costarle hasta ocho años de prisión.

En su contra juega su condición de reincidente –las sustancias le fueron intervenidas a su regreso de un permiso penitenciario, dentro de la condena que cumplía por un delito anterior de narcotráfico– y el seguimiento al que, según salió ayer a relucir durante el juicio, la Guardia Civil lo sometió durante esa salida, en la que según los agentes que testificaron realizó al menos una visita a La Colina, un poblado de la zona de Carballo conocido por ser punto de venta de estupefacientes.

Su presencia en el asentamiento no supuso una sorpresa para los miembros del Instituto Armado, que antes de iniciar la vigilancia lo habían escuchado comentar que pensaba llevarle algo a otro recluso y buscar a quien pudiera vender unas pastillas. Con esos datos, a su regreso a la prisión tramitaron la orden judicial que les autorizara a realizarle las pruebas médicas, ante las “fundadas sospechas de que pudiera transportar estupefacientes dentro de su organismo”.

Preguntado al respecto, el acusado, que se declara consumidor de todo tipo de sustancias, alegó ayer que si la heroína y cocaína no suponían más que su dosis diaria, las 140 unidades de fármacos le llegarían “para unos diez días” de consumo personal.

También rechazó haber contactado con otro interno para pactar la introducción y distribución de la droga, que a la venta le hubiera reportado unos ingresos de 900 euros, según la Fiscalía.