El acusado de asesinar a su “camello” alega que confesó por presión policial

El acusado de asesinar a su “camello” alega que confesó por presión policial
En esta casa de Fisterra apareció el cadáver de Antonio Ínsua Canosa con un cuchillo clavado en el cuello

Tras varios años envuelta en el misterio, la muerte de Antonio Ínsua Canosa, un vecino de Fisterra que fue asesinado en febrero de 2007, comenzó a cobrar sentido tras la detención en 2011 de un conocido suyo, Guillermo M.T. Ahora, el sospechoso de aquel extraño crimen se enfrenta en la Audiencia Provincial de A Coruña a un proceso judicial que podría costarle 24 años de cárcel por un delito de asesinato y otro de robo con violencia.

Precisamente, el robo pudo ser el desencadenante de la brutal agresión que costó la vida a Antonio Ínsua, conocido en la localidad fisterrana por dedicarse a la venta de droga. El acusado era cliente suyo y, presuntamente, le mató porque no le quería fiar una dosis de cocaína. Sin embargo, Guillermo M.T., ofreció una versión muy distinta de los hechos durante la primera jornada de la vista oral. Aseguró que la víctima era su “amigo” y que se llevaban bien: “Yo me ganaba la vida con él y él conmigo (...) Pasaba todos el día con él, incluso me mandaba a recados”.

El procesado, que reconoció los hechos tras su detención, sostiene que lo hizo por encontrarse “bajo presión”. “El guardia civil me dijo que me tenía que declarar culpable”, afirmó ante el tribunal. Pero la justificación de Guillermo M.T. va más allá, pues asegura que sufre epilepsia y esquizofrenia y que no pudo tomar la medicación hasta después de prestar declaración en los calabozos. Incluso, afirma que los agentes le dejaron fumarse un porro por autoinculparse.

 

varios testigos

Como era de esperar, los guardias civiles llamados a declarar negaron la versión del acusado y explicaron que hay pruebas que apuntan a Guillermo M.T. como el autor de la muerte de Ínsua. Los agentes del Instituto Armado reconocieron que en los primeros años se había pensado en el suicidio, porque el informe del forense no lo descartaba y porque era complicado encontrar testigos que prestasen declaración, dado que muchos de ellos estaban relacionados con el mundo de la droga y no querían hablar con las fuerzas de seguridad. No obstante, los testimonios recabados durante la investigación llevaron a los agentes a la conclusión de que Guillermo M.T. era culpable, porque varias personas lo situaban en la casa de la víctima el día del crimen e, incluso, un testigo lo había visto con la ropa manchada de sangre.

Los agentes apuntaron en el juicio que el propio acusado dio detalles en su confesión que solo podía saber el asesino, como el hecho de que el cuchillo que Ínsua tenía clavado en el cuello estaba sin el mango. Además, entregó 150 euros a un conocido para comprar droga; dinero que presuntamente, procedía de las ventas efectuadas por la víctima durante la tarde de su muerte. n

 

El acusado de asesinar a su “camello” alega que confesó por presión policial

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