El acusado de abusar de una pariente de 14 años alega que la menor “provocaba”

El Ideal Gallego-2012-01-11-008-c868c7a2

 a.b. > a coruña
  Sin admitir las acusaciones por abuso sexual que pueden enviarle diez años a prisión, el hombre llevado ante un tribunal de la Audiencia Provincial por aprovecharse de la hermanastra menor de su esposa, de 14 años, aseguró ayer que la niña “provocaba”: “Llevaba ropa que no era acorde a su edad, en Fin de Año apareció con una blusa enseñando las tetas”. Con estas afirmaciones, el acusado, guardia civil retirado, trató de desacreditar a la menor, que dos semanas después de aquella fiesta aseguró a la psicóloga de su colegio que el marido de su hermanastra llevaba más de un año sometiéndola a tocamientos contra su voluntad. Pero esos tocamientos, según manifestó la joven, se remontaban a más de un año atrás, cuando, en el verano de 2008, la familia se trasladó durante un mes a una casa de unos parientes en el lugar de Camadrón, Lugo, para pasar las vacaciones. Allí comenzaron, según el fiscal, los abusos, cuando el adulto se colaba en la habitación de la adolescente y le metía la mano bajo la ropa pese a la oposición de ella.
Las acusaciones se basan en el relato de la menor para concluir  que esta clase de episodios se repitieron durante los meses siguientes en A Coruña, cada vez que la denunciante visitaba a su hermanastra y al marido y se quedaba a dormir en la casa en la que residían sus familiares en el barrio de Mesoiro.
Eso fue lo que la chica le aseguró a la psicóloga del centro escolar, que ayer ante el tribunal declaró que dio total credibilidad a la historia de la alumna, porque la vio “muy afectada”.

“Rebelde” > La apreciación de la profesional difiere de la que ayer aportó en la vista la mujer del acusado, que como él describió a su hermanastra como una joven “rebelde”, “desobediente” y “problemática”, con conflictos académicos y de comportamiento.
En esta actitud explica el matrimonio la denuncia por los supuestos abusos, que para el acusado pudo ser una especie de represalia contra él. Según su declaración, las navidades previas a esa denuncia, la chica fue de visita varias veces a su casa, ya que él tiene una hija prácticamente de la misma edad. Uno de aquellos días, la menor le pidió para quedarse a pasar la noche en el domicilio y él se negó, dado que no le gustaba la influencia que ejercía sobre su hija. “Pegó un portazo y se fue, y a los cuatro días denunció en el colegio (...) Es muy zorra... muy zorrita”, se corrigió ante el tribunal de la sección primera el hombre, que aseguró que su pariente solía decirle que “quería estar en su casa porque la suya era un infierno y en la de él se vivía en paz”.
Sobre este episodio preguntó la defensa, para quien el relato de los abusos sexuales no se corresponde con la actitud de la menor, que dos semanas antes de sacar a la luz la historia acudió a pasar las fiestas navideñas y desplegó una actitud “alegre, jovial”.

“La quería” > “Quería disimular”, se justificó ayer la chica, que volvió a hablar de los tocamientos en sus partes íntimas a manos de su cuñado, y que aseguró que, cuando lo hacía, su familiar decía que era “porque la quería”.
Para la defensa, los hechos son más bien al revés, y era la menor quien estaba “enamorada” del marido de su hermanastra e incluso intentaba mudarse a vivir con el matrimonio. Esta parte postula que la adolescente inventó las agresiones sexuales para justificar su mal expediente académico y evitar represalias en su casa, donde también vivía en conflicto.

El acusado de abusar de una pariente de 14 años alega que la menor “provocaba”

Te puede interesar