Eirís se reunirá el día 19 para debatir sobre los módulos para indigentes

En una reunión demorada por la ausencia de una de sus miembros no pudo acudir, la junta directiva de la asociación de vecinos de Eirís fijó ayer la fecha para la celebración de la asamblea informativa extraordinaria de los vecinos para tratar la futura construcción de 20 módulos para sintecho en una esquina del parque de Eirís. El proyecto, cuya localización se conoció la semana pasada, mantiene polarizados a los vecinos, que podrán expresar sus preocupaciones el miércoles 19 a las 20.30 en el local de la asociación, situado en el número siete de la calle de Terranova.

Prado advierte de que sigue recibiendo llamadas cada día: “Moitos son de veciños que chaman para dar o seu apoio, din que non se pode consentir”. Las llamadas comenzaron la semana pasada y, desde entonces, el teléfono no ha dejado de sonar. Aunque son muchos los vecinos de Eirís los que consideran que acoger en su barrio unas instalaciones dedicadas a los sintecho es un deber solidario, tampoco faltan los que critican la medida.

Y entre ellos se encuentran muchos residentes en la zona de Lamadosa, que son los que tendrán como vecinos a los ocupantes de los veinte módulos que el Hogar Sor Eusebia instalará en el parque de Eirís, en la esquina de la avenida de Lamadosa con Julio Montero, justo encima de un estanque para patos. Cuando a Prado le explicaron donde se encontraba, se sintió asombrado. “Non sei como van a facer para construir alí”, explica.

Desencanto
Por otro lado, el presidente de los vecinos se mostró desencantando porque el Gobierno local se negara a enviar a sus representantes a la asamblea, para dar las oportunas explicaciones a los preocupados vecinos. El motivo es que el proyecto no es municipal, sino del Hogar Sor Eusebia. El Ayuntamiento solo cede la parcela. “Dixéronme que a concelleira de Xustiza Social (Siliva Cameán ten plenas facultades para facelo”, comentó un molesto Prado.

Por otro lado, tampoco los responsables del Hogar Sor Eusebia parecen muy dispuestos a dar a conocer su versión. Como todavía falta un año para que el proyecto se pongan en marcha (según sus propios cálculos y siempre que no surjan problemas burocráticos) consideran que es mejor dar tiempo a la reflexión, a que se enfríen los ánimos. Que, por el momento, se siguen calentando. l