Dos chabolistas vinculan la droga hallada en su vivienda con su consumo personal

Dos chabolistas vinculan la droga hallada en su vivienda con su consumo personal

“En algunas chabolas de Penamoa se vendía droga. No en la mía”. Es el argumento de uno de los dos residentes en el asentamiento gitano llamados a declarar ayer en la Audiencia como acusado tras una redada en su vivienda, y que niega que las papelinas que le Policíarecuperó estuvieran allí para ser vendidas a terceros.

Cuando los agentes entraron a través de la ventana observaron cómo este hombre arrojaba al fuego varios envoltorios. El único de ellos que lograron salvar contenía una pequeña cantidad de cocaína, por la cual, tanto él como su pareja se enfrentan a una petición de cuatro años de cárcel.

El chabolista tiene una explicación, y asegura que la droga que guardaba en casa era la que él consumía y la que usaba para pagar a algunos jóvenes a cambio de que vendieran para él algunos aparatos electrónicos en mercadillos de la comarca.

También justifica el acusado las importantes cantidades de dinero que, como se detectó en la investigación, tenía la pareja en varias cuentas a nombre de sus hijos, y que él vincula a los pagos por la construcción de una vivienda. Su mujer, en cambio, relaciona los 11.600 euros que se retiraron de una de sus libretas con la compra de prendas de ropa para su posterior venta en las ferias.

Para el fiscal, tanto el dinero como los efectos recuperados en la chabola –cámaras de vídeo y teléfonos– tienen que ver con el tráfico de estupefacientes, y de esa misma opinión es uno de los miembros del operativo que en marzo de 2010 efectuó la entrada y registro en aquella chabola.

Según declaró ayer el policía, las autoridades estaban al tanto de que en esa vivienda en concreto se desarrollaban actividades ilegales y sabían de la existencia de un galpón anexo, donde los consumidores se drogaban después de ir a comprar.

Así lo constataron los agentes en aquella redada, en la que tuvieron que utilizar la ventana porque, según sostienen, los moradores habían bloqueado la puerta de entrada al ver llegar a las patrullas. Los acusados, en cambio, aseguran que no se dieron cuenta de la presencia policial hasta que tuvieron a los agentes dentro de casa porque “estaban durmiendo” y mantienen que no les cerraron la puerta de acceso, sino que siempre la aseguraban con un candado por las noches “por seguridad”.

Dos chabolistas vinculan la droga hallada en su vivienda con su consumo personal

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