“El directo tiene la magia de transformar las canciones y es nuestro punto fuerte”

“El directo tiene la magia de transformar las canciones y es nuestro punto fuerte”
El grupo ofrece en su segundo trabajo canciones más rítmicas

Desde que salió “2” no han dejado de tocarlo. Primero en festivales, por eso de que vio la luz rozando el verano y a partir de otoño, bajo techo, en salas, la mayoría de ellas por las que pasaron con el primero “donde comprobamos que el público se había triplicado”. Llenan allí por donde van, esta vez, con una fórmula distinta y la ventaja de saber acunar al directo, que “tiene la magia de transformar las canciones y es nuestro punto fuerte”.

Con la presión de los que se agarran al primer trabajo como a un clavo ardiendo, el teclista asegura que no paran de compararlos porque “como el primero gustó bastante y de forma rápida, la gente estaba expectante y no creyeron que fuéramos a avanzar”. Pero lo hacen. Sin temor a fracasar, porque León Benavente no están dispuestos a que la presión los inmovilice. Tampoco quieren agradar a todo el mundo, así que trabajan como lo han hecho siempre: “Buscando lo que nos gusta, sentirnos satisfechos con los temas”. No repiten y aunque siguen siendo los mismos cuatro, investigan en diferentes formatos. Acuden a lo rítmico y disparan. “2”, dice Abraham, no tiene tantos cambios armónicos: “Muchos están construidos sobre un acorde y con elementos que entran y salen” e incluso en uno de ellos coquetean con un fraseo parecido al del hip hop. Cuando sacaron el resultado del horno, estaban convencidos. Hoy, confiesa, están más contentos aún.

Sin dilaciones, Abraham afirma que cuando les preguntan qué hacen: “Les contestamos que somos una banda de rock con lo que eso conlleva”. Quizás más procesado, pero rock al fin y al cabo, el grupo de veteranos de la escena destilan en “2” unas letras más osadas, que son el día a día y “lo que vivimos. No nos inventamos un mundo paralelo ni nos damos demasiado a las metáforas”. Van a lo que les interesa, a lo que fluye alrededor y a las relaciones con el otro. En su potaje, no falta la crítica al entorno político y la sociedad que burbujea en la misma galaxia.

Después de un último combate en directo sobre la arena, en el Noroeste de 2015, “una de las mejores experiencias que recordamos”, se meterán en un túnel para presentar lo que introduce el escritor coruñés Agustín Fernández Mallo, admirador confeso de lo que hacen.

Si el primer trabajo llevó el sello de Nacho Vegas, la pluma que experimenta con las letras les brindó para este un texto a modo de guía: “Nos apetecía que fuera el primero en opinar y es un orgullo”. A las nueve de la noche y sobre el gris del hormigón, León Benavente saldrán a la pista con una colección de canciones que llevan un año creciendo en la carretera y la certeza de hacer lo que simplemente les apasiona. Sin atender al “es más” o “es menos” que.

“El directo tiene la magia de transformar las canciones y es nuestro punto fuerte”

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