El “día de la familia en la calle” unida por la ciencia

El “día de la familia en la calle” unida por la ciencia
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Más que el Día de la Ciencia en la calle, ayer se celebró el día de la familia en la calle porque Santa Margarita fue un hervidero de niños acompañados de sus padres, madres, abuelos o abuelas o todos juntos. La fiesta de la gente curiosa, aquella siempre dispuesta a aprender algo nuevo, no defraudó en su XXI edición aunque si hubo quien sugirió darle una vuelta de tuerca para renovarla el año próximo.
Como los científicos de colegio iban a lo suyo, ellos estaban encantados de mostrar a todo el mundo sus experimentos y grandes descubrimientos. En una jornada en la que participaron 29 centros educativos las grandes conquistadoras del público fueron unas niñas que se paseaban por el parque con una bolsa llena de cereales en las manos. 
Con un imán como herramienta preguntaron a todo el que se les cruzó: “¿Quieres ver el hierro de los cereales?” Y vaya si lo vieron, con cara de incredulidad, todos los que contestaron afirmativamente. 
Bien las podría haber fichado una marca comercial de este producto porque, tras mostrar los caminitos de hierro paseándolos por toda la bolsa se marchaban recomendando comprar unos de firma porque “son los que más hierro tienen”. 

¿pompas o burbujas?
“Nosotros estuvimos aprendiendo a hacer pajaritas de papel en plástica; son para darle a los niños pequeños”, aseguraba Ana, del Colegio Internacional de Eirís, que se apresuraba a comentar algunas muestras “más científicas”. Junto a un recipiente lleno de agua con jabón explicaba la diferencia “entre las pompas y las burbujas”. “Las pompas están llenas de aire y las burbujas no”, resumía. 
Montse, de la Escuela Infantil Municipal de Monte Alto, aclaró  junto a dos compañeras del profesorado el stand en el que se podían descubrir todos los secretos del cielo. 
Cada familia de los alumnos, niños de 0 a 3 años, bautizó una de las estrellas de cada sistema y ayer dieron la oportunidad de poner nombres a los niños visitantes. Mientras unos disfrutaban con los robots y otros se hacían fotos con los protagonistas de la Guerra de las Galaxias, Gonzalo del IESP Xosé Neira Vilas se afanaba en reventar latas con sus amigos. Pero solo por la ciencia. 
Así comentaba que “al calentar un recipiente con un poco de agua dentro se genera vapor de agua que crea un vacío dentro”. Al soltar la lata en un cuenco con agua fría el crack era sencillo.  
El alcalde, Xulio Ferreiro, y el concejal de Cultura, José Manuel Sande, tampoco se perdieron las investigaciones. El edil afirmó que este tipo de acciones “coinciden co desexo da área de cultura de ocupar as vías coa ciencia e a cultura”. De hecho, avanzó que en los próximos meses se “reforzará a colaboración con outras institucións de corte académico e científico para ampliar a investigación nos Museos Científicos, ata o de agora dedicados, sobre todo, á divulgación”.

El “día de la familia en la calle” unida por la ciencia

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