Detenidos dos hombres heridos en un ajuste de cuentas por drogas

La Policía Nacional apunta que fueron las drogas el motivo de la pelea que dejó a dos hombres, de 34 y 36 años, malheridos en un piso de la avenida de Finisterre, uno con varias cuchilladas en el torso y otro, con una brecha en la cabeza. Los hechos ocurrieron el día 9, a las ocho de la tarde y poco después, los patrulleros del 091 los detuvieron por lesiones mutuas y un delito de tráfico de drogas que se añaden a la lista de antecedentes que acumulan ambos.
La primera patrulla ya había descubierto en la calle sangrando por la cabeza. Al verles tiró un cuchillo ensangrentado a la papelera, pero no le sirvió de nada, porque los agentes lo recuperaron. Él explicó que había sido golpeado en la cabeza con un objeto contundente en el piso que acababa de abandonar.
Allí encontraron al otro implicado. Según su versión, conocía al herido porque había tenido encontronazos con él anteriormente y por eso había cogido una escopeta y le había apuntado con ella. Sin embargo, el visitante había conseguido apuñalarle con una navaja en repetidas ocasiones y, de hecho, presentaba heridas tanto en el torso como en los brazos, con los que había tratado de parar los ataques del arma blanca del sujeto, produciéndole cortes poco profundos en su mayoría.

arma confiscadas
Encima de un armario encontraron el rifle en cuestión. La inquilina de la casa manifestó que era de un familiar suyo que había fallecido, pero los agentes decidieron incautárselo por precaución y pidieron asistencia médica para ambos sujetos.
Una vez en el hospital, los agentes observaron que uno de ellos trataba de ocultar algo entre sus ropas. Al comprobar qué es lo que intentaba esconder, encontraron varios envoltorios que contenían una sustancia blanca, presumiblemente cocaína. También tenía trescientos sesenta y cinco euros en billetes pequeños, de veinte, diez y cinco euros, por lo que quedó claro que la pelea estaba relacionada con el tráfico de drogas.
De hecho, uno de los implicados en la pelea había sido detenido apenas tres días antes por su participación en un delito de robo con fuerza en un bar de la Sagrada Familia. La patrulla que acudió a la llamada de un vecino que lo descubrió mientras manipulaba los candados con una palanqueta. Los agentes dieron una batida por la zona y localizaron a un varón que fue identificado como el hombre que había intentado robar en el local.