Detenidos unos falsos instaladores de gas tras actuar varias veces en la ciudad

Agentes de la Policía Nacional detuvieron en Pontevedra a tres individuos que se hacían pasar por revisores de gas y de los que se sospecha que actuaron en A Coruña recientemente. Sus características físicas, al menos, coinciden con las de las denuncias que se presentaron. Los tres sujetos tienen 34, 28 y 27 años de edad respectivamente y dos de ellos cuentan con antecedentes policiales.
 El método que utilizan estos estafadores es presentarse en el domicilio de la victima identificándose como técnicos de la empresa suministradora de gas explicándole que tienen que llevar a cabo una revisión de la caldera y luego le cobran un precio desorbitado. Suelen pedir que la persona perjudicada por este procedimiento fraudulento firme un documento en el que da su permiso para realizar la revisión y tienen un carné de empresa relacionada con el gas. En este caso, con domicilio social en León.
Una de las víctimas, una mujer de 84 años, autorizó dicha revisión por la que pagó en efectivo 378 euros, por la que los individuos le aportaron factura. Ese mismo día a las 16.00 horas uno de los presuntos técnicos acompañado de otro distinto, se volvieron a personar en el mismo domicilio de la denunciante informándole de que tenían que acabar de limpiar la caldera y le cobraron otros 378 euros. En total, la denunciante abonó 756 euros por una revisión que no tuvo lugar.
 El blanco que escogen normalmente estos técnicos suelen ser personas mayores, que viven solas, y a los que resulta fácil presionar. Por ejemplo, otra mujer que ese mismo día se habían presentado en su domicilio dos individuos para realizar una inspección. En un primer momento, la víctima se negó alegando que le habían revisado la instalación hacía poco, pero los individuos insistieron alegando que si se negaba podría enfrentarse a una multa. Eso terminó de convencer a la señora, que abonó la cantidad de 319.31 euros aunque en un primer momento los individuos le solicitaron 600 euros.
A veces sustituyen alguna pieza que está perfectamente, para disimular, y justificar así el precio abusivo. Pero para que se trate de una verdadera revisión no basta con entregar la factura: el cliente debe recibir un certificado con el resultado de la misma en el que conste la idoneidad o defectos que han sido detectados. n