Un detenido en una nueva protesta por el desalojo de hoy en el Ofimático

Por segunda vez en una semana, los vecinos del Ofimático volvieron a salir a la avenida de Alfonso Molina para protestar por el desalojo de Álvaro Corral. Los 200 manifestantes se agruparon delante de su casa, a la altura de San Vicente de Elviña, sin llegar a invadir la calzada como la semana pasada. Sin embargo, tampoco tenían permitido mantenerse sobre la pasarela peatonal y cuando uno de los manifestantes se negó a retirarse de ella, fue arrestado.
Aquello provocó un tumulto cuando el resto trató de ayudarle y el cordón policial se lo impidió, pero los ánimos se tranquilizaron tras un breve forcejeo. Durante casi una hora continuó la protesta, en la que vecinos y activistas, vigilados por una fuerte presencia de policial, mostraron su apoyo a Corral.
 Éste será expulsado de la casa a las nueve de la mañana de hoy y acto, seguido, una excavadora reducirá a escombros el inmueble. Corral fue muy claro: “A mí ya me da igual todo,  me quedo aquí”.
El afectado es un mecánico con severos problemas de salud (lleva un marcapasos con desfibrilador) que con el desahucio pierde no solo el hogar de su infancia, sino su negocio: un taller de motos. “Para mí, esto es la ruina”, confesó.  

Mudanza preventiva
Sin embargo, y por lo que pudiera ocurrir, desde el lunes Corral ya ha estado llevando a cabo la mudanza. “Vino aquí la Policía y me advirtió de que si me tienen que echan a la fuerza no me dejarán sacar nada, que ya me pasarán la factura”, explicó Corral. Así que desde que comenzó la semana ha estado metiendo sus pertenencias en un camión con la inestimable ayuda de amigos, familiares y activistas.
“Han sido un apoyo increíble, no sé que hubiera hecho sin ellos,   -explica un agradecido Corral– porque estos días lo he pasado muy mal”. Tras la manifestación, pasaron la noche en vela esperando la llegada de las fuerzas policiales tras blindar puertas y ventanas.