Detenido por conducir ebrio un hombre que esperaba a que pasara una procesión

Un hombre fue descubierto ebrio al volante de su vehículo cuando esperaba a que se reabriera el paso mientras desfilaba una procesión. El incidente tuvo lugar en la tarde del viernes, en la plaza del Emigrante, y culminó con la detención del sujeto, un vecino de la ciudad de 67 años, a manos de agentes de la Policía Local, no solo por conducir ebrio, sino por negarse a someterse a la prueba de alcoholemia.

Los policías locales que vigilaban el paso de la procesión del Santo Entierro decidieron abordarlo cuando lo descubrieron al volante de un Volkswagen Golf. A los ojos de agentes municipales “mostraba signos evidentes de atoparse baixo os efectos de bebidas alcohólicas” y eso fue lo que los decidió a actuar mientras la procesión, que había salido de la Orden Tercera, continuaba con la ruta preestablecida, sin que resultara afectada.

Varios intentos
En un principio, el individuo no se negó a practicar la prueba de alcoholemia pero, después de varios intentos en los que no fue capaz de introducir la boquilla en el aparato (presumiblemente, debido a su ebriedad), se le agotó la paciencia y desistió de intentarlo una vez más, a pesar de la insistencia de los agentes en que debía terminar la prueba correctamente.

Como no paraba de oponer resistencia, al final, los policías decidieron detenerle por un delito contra la seguridad vial por negarse a realizar la prueba de alcoholemia y por conducir (probablemente) bajo los efectos del alcohol. En cuanto al vehículo, se hizo cargo de él un familiar que estaba habilitado para conducir y que se hallaba en pleno uso de sus facultades, de manera que no fue necesario solicitar la asistencia de la grúa, así que el coche pudo reanudar su marcha una vez levantado el corte de tráfico. l