Detenida una pareja lusa por matar a un anciano en su piso de Orillamar

  Una pareja de portugueses podría ser la autora de la muerte de un anciano de 78 vecino de Orillamar el pasado 13 de octubre y que hasta ahora se consideraba accidental. A la mujer, de 43 años, le detuvo la Policía Nacional en Vigo, y al varón, de 34, agentes lusos en la localidad de Valença do Minho. La investigación la llevaron a cabo miembros de la Brigada Provincial de la Policía Judicial, tutelados por el juzgado de instrucción número 7 y se inició poco después del hallazgo del cuerpo en el domicilio en el número 25 de la citada calle de Orillamar.
En un principio, la apariencia del suceso era la de un caso más de un anciano que había fallecido de forma natural y cuyo cuerpo se descubría días después de su fallecimiento. Fueron los vecinos los que dieron la alerta preocupados por que hubieran pasado varios días sin verle y por el olor que emanaba de su piso. Para entrar, la Policía Nacional precisó la asistencia de los bomberos, que tuvieron que acceder por la ventana para poder luego franquear la entrada.
El cadáver de la víctima se encontraba tirado en el suelo, pero no mostraba señales evidentes de violencia. “Tenía un golpe –explican fuentes de la Jefatura Superior –pero quizá podía habérselo hecho al caer. Lo cierto es que no había recibido un maltrato”. Tampoco ayudaba el hecho de que el cuerpo no fuera reciente. Pero la Brigada de Policía Judicial asumió la investigación del suceso conforme al protocolo y tuvo la sospecha de que el septuagenario podía haber sido víctima de una muerte violenta. Dicha sospecha fue confirmada días más tarde, cuando los agentes recibieron el informe de al autopsia, pero ya antes había comenzado la investigación para esclarecer los hechos.

Alquilados > Los testimonios de los vecinos pusieron al corriente a la Policía Nacional de que el anciano no vivía solo, sino en compañía de una pareja de portugueses a los que hacía días que tampoco se les había visto. Parece ser que la relación entre ellos era inusual: el anciano les habría alquilado una habitación como forma de ganarse un dinero extra, pero  la Policía Nacional sospecha que detrás de las motivaciones de la víctima estaba el deseo de compañía.
En todo caso, la convivencia no fue tan bien como habría sido deseable, incluso antes de que tuviera lugar el presunto homicidio: en los archivos de la Policía Nacional figura una denuncia que la víctima había interpuesto días antes por amenazas y robo de efectos personales. Al parecer, la pareja llevaba una vida nómada –“de moinante” según explicaron– y se dedicaban al pequeño comercio ambulante, por lo que no tenían una residencia fija conocida. Los policías consiguieron identificarlos y descubrieron que los dos imputados tienen numerosos antecedentes por delitos violentos como robo con violencia e intimidación, lesiones y allanamiento de morada.
Además, dada su condición de extranjeros, los investigadores tuvieron que acudir a los habituales mecanismos de cooperación policial internacional, se gestionó la tramitación de una orden judicial de búsqueda y detención a nivel nacional e internacional, que culminó en los ya citados arrestos del pasado miércoles. La mujer apresada en Vigo, ya ha sido trasladada a las dependencias policiales de A Coruña, donde prestó declaración sobre lo ocurrido en el domicilio de Orillamar. Una vez finalizadas las diligencias oportunas, puesta a disposición del juzgado, que ha ordenado su ingreso en prisión. En cuanto a su pareja, que había sido detenida en Portugal, todavía está pendiente de viajar hasta la ciudad, donde será entregado al juzgado competente tal y como estipulan los cauces habituales de cooperación judicial internacional.