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jueves | 18 abril | 2024
La población de origen extranjero siempre ha sido importante en Teixeiro. La prisión coruñesa exhibía unas estadísticas inferiores al resto de España por ser Galicia una comunidad con menos inmigración pero, aún así, la directora del centro, Carmen Suárez, cifraba a principios del año pasado un 30% del número de reclusos de origen exterior que albergaba su prisión, de un total de 1.400. Desde entonces, el sindicato Acaip asegura que la proporción ha ido cambiado \“de forma lenta y suave, pero constante\”, de manera que ahora los no españoles son un grupo marginal en Teixeiro. \“Casi todo lo que tenemos es producto nacional\”, opina el delegado de Acaip, Pedro Vázquez. Según las estadísticas que maneja este sindicato el número de internos cuando finalizó el año 2011 era de 323, mientras que en 2010 era de 472. Es decir, que cayó un 30%.
Las expulsiones
han sustituido a las penas menores de seis años por tráfico de estupefacientes
Es algo que se nota en el funcionamiento interno de una prisión, porque dentro de sus muros se tienen que aplicar criterios distintos según algunos rasgos que conllevan las nacionalidades, como la religión. \“Por ejemplo, ahora acaba de finalizar el Ramadán. Esta fiesta musulmana es un trastorno bastante grande para el personal de cocinas, porque hay que servir todas las comidas a última hora, pero este año apenas hemos tenido que hacerlo\”, comenta el sindicalista. Y eso, teniendo en cuenta que la mayor parte de los extranjeros que cumplen su condena en Teixeiro son de origen norteafricano, sobre todo marroquíes y argelinos.
Pero en el centro penitenciario siempre ha habido una representación bastante plural, con presos llegados de Afganistán, China, Colombia, Perú, Argentina, y Venezuela. Ya en 2011, Acaip detectó a nivel nacional un descenso del 6,8% en este sector de la población interna, y esta tendencia no ha hecho nada más que acentuarse durante este año. Algo que el sindicato explica debido a la nueva política del Ministerio de Interior respecto a cómo se tratan los crímenes cometidos por foráneos.
salud pública
\“La ley permite expulsar del país a los extranjeros en situación irregular que hayan cometido una pena que sea castigada con menos de seis años de prisión. De manera que se conmuta la cárcel por la expulsión\”, explica Vázquez. Aunque esta posibilidad existía desde hace años, ahora se hace un uso intensivo de ella, puesto que la mayor parte de los foráneos están encarcelados por delitos contra la salud pública (drogas) que ahora se pagan con penas menores. El resultado es que el Estado se ahorra pagar la manutención del preso durante el internamiento. Aunque, en el lado negativo, se pone a un delincuente condenado en libertad.
En el caso de las mujeres es aún más pronunciado el descenso porque aunque la mayoría de ellas están cumpliendo penas por tráfico de drogas, normalmente la gravedad de sus delitos es menor, así que son más las que pueden optar a la expulsión de su país en lugar de permanecer en España. Las estadísticas señalan que, en toda Galicia, pasaron de ser 99 las reclusas de origen externo en 2010, a solo 36 en 2011, lo que supone un descenso muy notable, que se explica por el cierre, el año pasado, del único módulo de madres que había en Galicia, el de Teixeiro.
Ahora mismo la tendencia parece alcista y se ha notado un \“pequeño repunte\”, según admite el sindicato, que matiza que todavía es muy pronto para saber si la tendencia se ha invertido, porque todavía faltan cuatro meses para que se puedan cerrar las estadísticas pertenecientes a este año. n
