El descenso de las capturas pone en riesgo gran parte de la flota coruñesa

El descenso de las capturas pone en riesgo gran parte de la flota coruñesa
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A Coruña continúa a la cabeza de los Puertos del Estado en descargas de pescado fresco, pero el sector sufre un problema real pues este año los números han comenzado a caer. Si bien es cierto que los niveles alcanzados en 2014 fueron de “récord histórico” y difícilmente repetibles, tanto desde El Muro como desde el colectivo de armadores y marineros advierten de que se está pescando muy poco. La situación es tan alarmante que gran parte de los trabajadores del mar en la ciudad o que trabajan con la Lonja pese a tener base en otros muelles se está replanteando su futuro. De hecho, el presidente del organismo, Severino Ares, reconoce que “la previsión es perder unos diez barcos en A Coruña a lo largo de este año”.  
Los registros hablan por sí mismos. Entre el 1 de enero y el 16 de agosto de 2014 las embarcaciones dedicadas a las distintas artes de pesca llevaron hasta El Muro 30.270.168,84 kilos de pescado. En el mismo período de este año la cifra bajó hasta los 27.663.695, 70 kilos, es decir, se precipitó un 9% en tan solo un año. Salvo en los meses de marzo y mayo, el descenso fue paulatino pero constante. Incluso en abril la variable estuvo cerca de los 300.000 kilos. 
A menos cantidad en la subasta, menores ganancias para las tripulaciones y los armadores. Si el año pasado se superaban los 51 millones de euros a estas alturas del ejercicio, en esta ocasión las cifras se quedan cerca de los 48 millones y medio. La diferencia a la baja fue de un 6%, lo que ha hecho que muchas empresas (representadas por sus barcos) se replanteen la continuidad en un sector en horas bajas. 
“La dinámica que estamos notando es que la gente prefiere elegir la paralización definitiva y el desguace porque hay escasez de cuotas y de caladeros”, concreta el presidente de la Lonja, Severino Ares. Si durante la recesión económica se han ido viviendo varios achatarramientos de buques en A Coruña, para 2015 se calcula que se darán de baja “unos diez”. 

revisión de cuentas
De la misma forma habla el patrón mayor de la Cofradía, Felipe Canosa, que subraya que “los que antes no tenían preocupación por jubilarse porque no era su prioridad ahora ya están consultando cómo quedarían sus cuentas”. Antes de vender su medio de vida, se plantean entregarlo a los desguaces porque no existe demanda y, así, “cada vez hay menos flota”. 
También los jóvenes están  sufriendo pues les “cuesta defender su embarcación”, por lo que el representante cree que el achatarramiento podría ir a más. 
“Se animaría a comprar barcos a la gente para trabajar pero hay que tener en cuenta lo que cuestan las revisiones, el mantenimiento de la lancha y los chalecos salvavidas, el coste de los varados, la pintura, las radiobalizas...”, enumera. 

diferentes hipótesis
Y todo ello teniendo en cuenta que, tal y como indica Ares,  “ha habido un descenso en los primeros meses del año por el tema de las cuotas, algo que en puertos como el de A Coruña o Ribeira afecta mucho porque tenemos más embarcaciones que se dedican a capturar pescado de litoral”. 
Unas de las especies más afectadas por la reducción de los límites de pesca por navío y marinero han sido “la caballa y la jurela”, mientras que “pescado fino” como el rodaballo y la lubina “escasean” aunque un poco menos. Estos últimos acaban encareciéndose por la situación en alta mar. “En general de todos los pescados hay pocos”, incide el patrón mayor, que hace hincapié en que en esta es “una etapa bastante justa porque hay pocas capturas en todos los oficios”. 
Según las conversaciones que se escuchan en el muelle de pesca de Oza y en otros centros de debate de los empresarios y las tripulaciones “siempre hubo años mejores y peores respecto a las cantidades, pero como este año nadie lo recuerda”.
Además de culpar a la reducción de cuotas, el colectivo tiene otras hipótesis sobre lo que les impide faenar a mayor escala. La mayoría de pescadores afirma que no se ven bancos como los de hace años y se barajan varias posibilidades. Los supuestos cambios de temperatura que afectan al plancton y los temporales de hace dos años que pudieron afectar mucho a las larvas y huevas de las distintas especies son dos de muchas.

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