Descartan que exista un envenenador de perros en el parque de Santa Margarita

Descartan que exista un envenenador de perros en el parque de Santa Margarita
21 agosto 2015 A Coruña.- Señalan que la comida que se deja para los gatos en Santa Margarita puede ser la que enfermó a los perros

Más de dos semanas después de que se desatara la alarma entre los dueños de los animales tras la aparición de varios carteles que denunciaban la existencia  de un envenenador de perros, las autoridades cada vez están más convencidas de que se encuentran ante una leyenda urbana. Incluso las pruebas toxicológicas a las que se sometió al único animal que se conoce que enfermara en el parque de Santa Margarita han resultado ser inconcluyentes. 
Todo apunta a que, si de vez en cuando aparecen perros o gatos con síntomas de intoxicación en esa zona verde, puede ser debido a que los vecinos de las casas colindantes dejan a veces matarratas para mantener a raya a la población de roedores. Es decir, que fue un simple accidente o negligencia. 
Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que, pasado todo este tiempo, no se hayan denunciado nuevos casos. Tanto la asociación animalista Libera como el propio Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Medio Ambiente de la que es responsable María García, hicieron un llamamiento de los animales que supieran o sospecharan que habían sido envenenados denunciaran el caso. No solo a través de la Policía, sino de la propia área de Medio Ambiente. Libera incluso puso a disposición de los interesados ayuda jurídica pero, a pesar de estas facilidades, lo cierto es que no han trascendido casos nuevos. 
 
precedente
Así que, poco a poco, la tranquilidad ha vuelto al área canina de Santa Margarita. Lo cierto es que desde el principio se plantearon dudas sobre este tema, incluso entre los amantes más acérrimos de los animales. Porque no era la primera vez que se daba una falsa alarma. En el parque de Eirís, en marzo, también corrió entre el vecindario el rumor de un animal había sido intoxicado. Los teóricos del envenenador apuntaba como prueba a que había aparecido hierba teñida de amarillo. Entonces creían que era herbicida, esparcido allí por el servicio de mantenimiento del parque. Aquello coincidió en el tiempo con la muerte de un cachorro, lo que disparó la preocupación entre los dueños de las mascotas. Poco después se supo que el animal había fallecido e muerte natural: una cardiopatía congénita.
Otras voces apuntaban a que los objetivos no eran los perros, si no los gatos, porque había a quien les molestaba la presencia de los felinos cerca de sus casas, atraídos por la comida que les dejaban los que sí aprecian su presencia, sobre todo señoras de cierta edad. Incluso apuntaban a que algunos perros podían haberse intoxicado al ingerir comida pasada que los gatos no habían consumido. La presidente de la asociación Cancoruña, Elena Castro, pide que no se deje comida a los mininos, de los que también se declara amante: “Sé que la gente lo hace con la mejor intención, pero no es una buena idea”. Porque los gatos se reproducen rápidamente siempre que tengan comida disponible, y el propio alimento puede ser un problema sanitario si se deja mucho tiempo abandonado. “Lo mejor sería crear una colonia felina en Santa Margarita”, considera.

Descartan que exista un envenenador de perros en el parque de Santa Margarita

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