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jueves | 25 abril | 2024
La Lonja de A Coruña ha logrado cerrar un año más como líder en descargas de pesca fresca pero el 2018 no ha sido un ejercicio en el que se haya alcanzado ningún récord como en el pasado. La cantidad de mercancía que llegó al Muro cayó notablemente, si bien esto se compensó con los ingresos por un pescado algo más encarecido en las subastas. Las especies que más se vendieron fueron las tradicionales, si bien la nueva “campaña de psicosis” con el anisakis en la merluza que denunciaban hace algunos meses representantes del sector pesquero hizo mella en la salida de este producto muy habitual en los carros de la compra.
La Lonja y el Puerto cerraron el pasado ejercicio con poco más de 40 millones de kilos de pescado descargados en las salas de subasta de la infraestructura. El número es imponente pero supuso una bajada con respecto al del año anterior que en términos porcentuales representó algo más del 15%. Las motivaciones para esta caída fueron diversas pudiendo pasar por falta de cuotas de las embarcaciones –como se dio en algunos casos cuando todavía había bancos por las zonas de capturas– o por la imposibilidad para salir a faenar por el mal tiempo, entre otras cuestiones.
El dato de mercancía fue malo pero no impidió que A Coruña siga siendo líder en este parámetro muy por encima del resto de los muelles nacionales, tan solo seguida de cerca por Vigo. Si bien es cierto que Puertos del Estado coloca a la instalación olívica por delante, la plataforma de control de la Xunta la sitúa por detrás porque en este caso no contabiliza la producción de las bateas como pesca fresca.
Además, pese a que la cantidad descendió, no ocurrió lo mismo con los ingresos logrados por el sector, que desde hace muchos años gestiona directamente El Muro, dado que estos se incrementaron un 1,68% en relación a lo sumado entre enero y diciembre de 2017. En concreto, en las ventas a mayoristas y minoristas se pudieron ingresar 78.368.333 euros. Este total fue especialmente importante teniendo en cuenta la caída de los costes de la merluza, surgida a raíz del temor que resurgió por el tema del anisakis.
Este pescado fue de los más descargados en la ciudad pero el precio medio del kilo se limitó a los 3,86 euros casi en paralelo a 2017. En los mercados municipales también tuvo que estar muy contenido por el temor –infundado según los profesionales– del consumidor final.
El pescado que menos escaseó fue el jurel con 11.597.019 kilos descargados, seguido por la merluza (5.796.991) y el lirio (5.500.696). También tuvieron su hueco especies más peculiares como el burro, el dentón, el reloj plateado o el sastre.
