Desarticulan una banda rumana que había asaltado diez hogares coruñeses

Una operación conjunta de la Policía Nacional y de la Guarida Civil han desarticulado una banda rumana de ladrones de pisos, un grupo itinerante compuesto de siete miembros que actuaron en la provincia herculina, pero también en Castellón y Madrid, hasta cometer un total de 16 delitos.  Sin embargo, las investigaciones se iniciaron a la raíz de los robos cometidos en A Coruña, 10 en total, y además, es aquí donde residía de forma permanente uno de los miembros de la organización, una mujer que usaba su casa como base desde donde la banda llevaba a cabo los golpes.
Las investigaciones, llevadas a cabo por la Policía Judicial de A Coruña y Castellón y por los agentes de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial (UOPJ) de la Guarida Civil, se iniciaron a raíz de varios robos en las dos localidades, en los que los sospechosos habían sustraído joyas, electrodomésticos, aparatos electrónicos y herramientas. El primer paso fue localizar e identificar a los autores que tenían además, otra vivienda en Castellón. Los investigadores pasaron un tiempo recabando nuevos dantos hasta que estuvieron convencidos de que poseían todos los indicios que necesitaban.
 Entonces los agentes de los dos cuerpos actuaron, primero en A Coruña, donde detuvieron a cuatro miembros, incluida la mujer que les cobijaba, y que fue arrestada no por un delito de robo con fuerza, como el resto de la banda, sino de receptación de artículos robados. Los otros tres delincuentes fueron sorprendidos en Castellón, y también detenidos bajo el cargo de robo con fuerza.
 
violencia inusual
Esta banda rumana es el primer grupo de ladrones de pisos desarticulado desde que comenzó una nueva ola  pisos en la última semana. Según fuentes policiales, en total fueron cerca de 30 los domicilios allanado solo en A Coruña, y desde el Ministerio de Interior advierten que a esta banda se les atribuye la comisión de 16 “hasta el momento”. A esto hay que añadir un robo con violencia, lo cual es extraño en esta clase de delincuentes, que suelen allanar casas cuando están vacías o, si actúan cuando se encuentra un morador en su interior, se dan a la fuga cuando su presencia es advertida.
En todo caso, es muy probable que todavía no se haya detenido a todos los causantes de la ola de robos de la que solo comenzó a trascender la semana pasada. El fin del semana del 19 al 20 en la oficina de denuncias de la Policía Nacional comenzaron a llegar las víctimas, hasta contabilizarse entre diez y doce casos, y a partir de ahí se sucedieron las notificaciones de robo hasta sumar cerca de 30, según los últimas informaciones.
Para combatir esta clase de delitos, el año pasado se creó dentro de la Policía Judicial un grupo específico, sobre todo porque desde la Jefatura Superior son conscientes de la alarma que genera esta clase de delincuencia, en la ciudadanía, porque afecta al propio hogar. En A Coruña, la estadística subió un 69%, según la Subdelegación del Gobierno, lo que no hizo sino acentuar la alarma.
Sin embargo, no se dotó de más recursos humanos a la Policía Judicial, sino que simplemente se redistribuyó el personal existente, que actualmente se encuentra en mínimos debido a las vacaciones de verano, puesto que las bajas provisionales no se han repuesto.