El desalojo de la Comandancia tensiona al colectivo okupa dado que varios concejales son excompañeros

El desalojo de la Comandancia tensiona al colectivo okupa dado que varios concejales son excompañeros
Los okupas recibieron el martes de la semana pasada a sus antiguos compañeros con esta pancarta | patricia g. fraga

El proceso de desalojo que se inició este lunes con la aprobación en Junta de Gobierno de la incoación del expediente de recuperación posesoria de la Comandancia de Obras (es decir, el desalojo), está causando fuertes tensiones en el movimiento okupa, al que en su día pertenecieron cuatro de los concejales de la Marea Atlántica. Para algunos de los antisistema, lo que están viviendo estos días es una traición por parte de sus antiguos compañeros. En las asambleas que se siguen celebrando los martes en la Comandancia de Obras se puede percibir esa tensión, aunque fuentes cercanas al movimiento okupa aseguran que la decisión de resistir sigue siendo la de la gran mayoría.

En cambio, Xiao Varela, uno de los antiguos okupas y actual concejal de Regeneración Urbana, sostiene que existe una parte importante de los “usuarios” del Centro Social Okupado (CSO) A Insumisa, como se autodenominan ellos, que quiere aprovechar la oferta municipal para participar en el proyecto que lo sustituirá: las Naves de Metrosidero. “No propio espazo había xente usuaria da asamblea que verbalizou que estaba aberta a ese proceso aberto de participación”, insistió. Eso es lo que espera el Gobierno local: que el proceso sea más amplio y se vaya sumando la mayor cantidad de tiempo posible.


En las redes sociales se pueden encontrar declaraciones de okupas que afeando el comportamiento del Gobierno de Xulio Ferreiro y recordando que su discurso anterior era muy diferente “dicían que todo era unha estratexia do Partido Popular para obrigarlles ao desaloxo”, en referencia a que se descongelara el proyecto de reforma de la Comandancia por un millón de euros de Fomento. En enero se consumó el traspaso de las antiguas instalaciones militares a la propiedad municipal, dejando al Gobierno local sin más argumentos para demorarlo. “Por ser un ben de dominio público, o Concello ten potestade e o deber de sacar adiante o proceso”, dijo el edil.
Desde el CSO Atochas
Varela participó en la antigua casa okupa de As Atochas (desalojada en abril de 2011), igual que el concejal de Cultura, José Manuel Sande, que llegó a afrontar (fue uno de los dos que lo hicieron) la comparecencia ante los tribunales por ese motivo, aunque el caso se sobreseyó en junio de 2016. También otros concejales de la Marea Atlántica como la propia Rocío Fraga, que resulta ser la concejala con competencias de seguridad Ciudadana, o la de Participación, Claudia Delso. Otros miembros de la Marea Atlántica participaron tanto en el CSO Atochas como el de Palavea (desalojada en marzo de 2014), del que también salieron con denuncias, según recuerdan los okupas.

Varela trató de explicar esta incongruencia el lunes al señalar que “hai moitas maneiras de entender a okupación e nós –e creo que é algo compartido desde o Goberno– o entendemos como un medio e non como un fin en si mesmo”. Además, recuerda que no participó jamás en la ocupación de un edificio de dominio público, solo privados y ruinosos.

Pero para muchos okupas no se trata de cuatro paredes, o de las actividades que organiza en ellas, siempre abiertas al público, como boxeo, breakdance, teatro o huertas urbanas. Su filosofía se basa en la autogestión, al margen de las autoridades, aunque sea el Gobierno de la Marea Atlántica, que les ofrece participar en la gestión de Naves de Metrosidero, un proyecto que ni siquiera verá la luz este mandato.

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