Denuncian como ilegal la obra de una torre eléctrica en Castro de Elviña

Los vecinos de Castro de Elviña ven con preocupación el comienzo de las obras de una torre de alta tensión cerca de un grupo de tres casas ubicadas en el Camiño da Costa. La modificación de su trazado, para evitar que la estructura se levantara en medio del yacimiento arqueólógico del castro celta, había sido recibida con satisfacción, pero ahora los residentes de un pequeño grupo de casas han descubierto que los cables, lejos de soterrarse, viajarán por el aire a menos de quince metros de sus casas lo que, según el presidente de la asociación de vecinos, Luis Gómez, es ilegal.
“Estamos hablando de una línea de alta tensión, porque no solo han cambiado su trazado, sino que lo han aumentado al potencia”, criticó Gómez que también reconoce que es mucho lo que desconocen del proyecto, porque la Concejalía de Infraestructuras no se lo ha facilitado a pesar de requerírselo en varias ocasiones: “Sabemos que por el campus y hasta la rotonda de A Zapateira va soterrado, pero desde Mesón do Vento hasta el puerto o el polígono de A Grela (Gómez no lo tiene claro) irá por el aire”.
Además del peligro que supone la corriente de energía eléctrica tan cerca de una zona poblada, está el echo de que el lugar en sí está declarado de interés paisajístico por el actual Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). “Claro que ahora han construido mucho y de paisaje no queda gran cosa. Pero aún así, está en el PGOM”, insistió el presidente vecinal.

alegaciones
Ante sus reiteradas quejas, el Ayuntamiento se ha limitado a invitarles a que presenten alegaciones al proyecto, y así lo han hecho. Algunos de los afectados, como Jesús Quintela, llevan desde junio presentado escritos y documentación en el registro municipal, sin que por el momento hayan conseguido ningún resultado, como la suspensión cautelar de la obra hasta que quede probado que se mantiene dentro de la legalidad.
A sus protestas se han unido las de los grupos municipales  de EU y PSdeG. El primero ha alertado del peligro cancerígeno de los campos electromagnéticos de la alta tensión y el segundo ha apostado por la alternativa del soterramiento. n