Decenas de artistas gallegos “pintan” de colores el centro de la ciudad

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    entrevista de sonia dapena  .

exposición de cuadros y escultura regalar algo distinto

En pleno mes de diciembre y con todas las tiendas abiertas con el objetivo de fomentar el consumismo para salvar un año flojo en el comercio, surgen propuestas aventureras para regalar algo distinto.

Los perfumes, camisetas, corbatas y pijamas nunca pasarán de moda pero es posible ir más allá y promover la cultura a la vez que se hace feliz a un ser querido. Ganar mercado en este terreno es una de las muchas ideas que tienen en mente los organizadores de la IV Feira da Arte Galega que se celebra en el Hotel Hesperia de Juan Flórez.
Cuadros sin y con marco, láminas, collages, esculturas... El Salón Rosalía de Castro del céntrico establecimiento hotelero está sumido en una explosión de colores desde el pasado viernes, día en que se celebró un homenaje al conocido pintor Abelenda, y así estará hasta el próximo 5 de enero, para dar a conocer lo que hacen los artistas de la tierra.
En un rápido vistazo por la sala se pueden encontrar obras pictóricas de Abelenda, Raúl Álvarez, Pilar Fandiño, Gulías, Jose Cabello, Lola Beade, Manuel Villarino, Cabanas o A. Jorreto, hasta llegar a los más de cincuenta “obreros del arte” que se dan cita en este evento, que ya va por su cuarta edición a pesar de la crisis. Además, su organizador y también pintor, Manuel Villarino, avisa de que este año hay una importante novedad: también se exponen y venden esculturas de Emilio Celeiro, Enrique Tenreiro y Goás.
Lo especial de un evento como este es que, conscientes de que mucha gente no está dispuesta a gastar grandes cifras en arte, los artistas gallegos elaboran material con la misma calidad pero a precios reducidos. Así, el amante del arte puede encontrar cuadros desde los 50 a los 60.000 euros.

Promesas del pincel > “Hay mucha calidad porque durante el año hay muchas peticiones para exponer y elegimos a artistas ya consagrados pero también a gente que acaba Bellas Artes y ya tiene una calidad que distingue su pintura; la gente nueva no desmerece aunque no pueda cobrar tanto por su trayectoria”, aclara Villarino. Muestra de este contraste es que están presentes todo tipo de estilos pictóricos y una cantidad de musas y motivos sin fin.
De momento parece que la crisis no hace mucha mella en el interés de los coruñeses por los cuadros y Villarino confiesa que ya hay clientes habituales que todos los años compran. “Viene gente a la que de verdad le interesa, para eso es bueno estar en un sitio céntrico”, explica y lanza una llamada a aquellos que quieran iniciarse en este mundillo: “El arte no se devalúa y te aporta emociones; es una inversión para siempre”.
Durante la primera jornada de apertura al público –el sábado– pasaron alrededor de “1.000” personas por la feria y ya se vendieron algunos de los trabajos expuestos. Muchos coruñeses la visitan en varias ocasiones para decidir que obra que comprarán y, cada vez más, las parejas lo utilizan como una forma para saber qué regalar al otro en estas fechas. El único problema es que la oferta es tal que cada vez que algo se vende se repone su lugar con lo que la duda a la hora de decidir puede ser seria... Desde luego, si se cuida y se aprecia, una pintura es un detalle para recordar toda una vida.

 


 

Decenas de artistas gallegos “pintan” de colores el centro de la ciudad

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