Los daños del temporal obligarán a retirar la Caracola de punta Herminia

La Caracola de Moncho Amigo, la escultura que adorna punta Herminia desde hace más de veinte años, tendrá que ser retirada. El temporal del miércoles dañó la estructura de acero, rompiendo un extremo y haciendo que quedara colgando sobre la horquilla de hormigón que lo sostiene. Según fuentes municipales, técnicos de la sección de Infraestructuras lo examinaron y comprobaron que el acero estaba muy debilitado por la oxidación, tras años de soportar la humedad y la salitre, y deja ver su relleno de cascajo. Así que será necesario retirarlo para su restauración o, en el peor de los casos, para sustituirlo por una réplica. 
Como la Caracola es una de las más emblemáticas figuras del parque escultórico de la Torre de Hércules, en la tarde de ayer, el Ayuntamiento ya se había puesto en  contacto con el autor de la obra para pedirle que la restaurara. Él opina que “con cariño, se puede recuperar”, puesto que no se desplomó. El metal que se empleó la construcción es acero corten, que se caracteriza porque al oxidarse crea en la superficie una película  impermeable al agua y al vapor que impide que el proceso avance hacia el interior del metal. Por ese motivo es muy utilizada en esculturas al aire libre, aunque eso no significa que las obras de arte de acero corten sean inmunes a la corrosión. 
Una escultura movible 
Toda la escultura consiste en la recreación fantástica de la concha de un enorme molusco, un gigantesco cuerno de la abundancia. El objetivo de colocarla cerca del mar era que captara todas sus vibraciones. Además, sus secciones se movían, por lo que podían girar y moverse con el viento, pero no pudieron soportar el golpe que le propinó una ola durante la tarde del miércoles. 
Hay que destacar que la zona de punta Herminia es de las más expuestas a los elementos de la costa coruñesa. De hecho, pasada la alerta y con el mar relativamente en calma, había curiosos que se acercaban a las rocas para contemplar el mar y que se llevaban un remojón cuando estallaba una ola a sus pies. 
Ninguna, en todo caso, como las que se registraron durante el miércoles,  cuando la boya costera de Puertos del Estado situada frente a punta Langosteira, batió su récord histórico desde que fuera puesta en funcionamiento en el año 2013, al registrar una ola de 19,23 metros. Hasta ahora el hito se había fijado en los 15,6 metros de una ola que se en el año 2017. Atendiendo a los valores históricos, la mayor cifra, 27,8 metros, fue registrada por la boya de Villano-Sisargas durante los temporales de enero de 2014. El récord de ayer se alcanzó a las siete de la tarde, con un valor de 12,37 metros de altura significante (representa la altura de las olas que un observador experimentado apreciaría a simple vista en el punto de medida y no desde la costa), manteniéndose el  oleaje por encima de los seis metros durante toda la alerta.
“Es quizá el temporal que más daños ha provocado desde el de 2014”, había señalado el director de Seguridad Ciudadana, Carlos Garcían Touriñán, en referencia a “Nadja”, que destrozó gran parte del Paseo Marítimo en Riazor y Veramar, derribando parte de la balaustrada, una labor que fue rematada tres días después por “Petra”, que también causó numerosas incidencias.
Por el momento, la situación meteorológica se mantiene estable. Después de un viernes sin lluvias, este fin de semana volverán las precipitaciones. Hoy lloverá durante la tarde y la noche, igual que mañana por la mañana. Pero a medida que vaya transcurriendo el domingo, escampará, y se espera que el lunes no llueva, por lo menos intensamente, aunque los nubarrones permanecerán toda la jornada. l