“El daño cerebral es la primera causa de muerte entre las mujeres de mediana edad”

“El daño cerebral es la primera causa de muerte entre las mujeres de mediana edad”
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Carmen Fernández es la presidenta de Adaceco (Asociación de Daño Cerebral Adquirido de A Coruña) desde sus orígenes en 2000. La entidad cuenta con más de 450 socios y en su centro, dirigido por Inés Ramos, atienden a unos cien usuarios.

¿Qué es el daño cerebral adquirido (DCA)?
[R] El DCA se confunde en ocasiones con la parálisis cerebral. Como bien dice el nombre, es sobrevenido, nos puede pasar a cualquiera de nosotros en un momento determinado de nuestras vidas. Las causas pueden ser un ictus, un infarto cerebrovascular, hablamos de hemorragia cerebral, traumatismo craneoencefálico, una anoxia, un tumor cerebral... Un traumatismo por accidente laboral, deportivo, de tráfico... y de ahí nos deriva a una serie de secuelas.

¿Qué secuelas?
[R] Pueden ser a nivel cognitivo, conductual, físico... Algo muy común: podemos ver por la calle a una persona con una hemiplejia, o tenemos casos en la entidad muy dañados, que necesitan silla de ruedas y otros físicamente los ves por la calle y tú consideras que no tienen ningún daño y a nivel cognitivo, de atención, de memoria tienen una leve o grave alteración. Y después están las conductuales que se dan mucho en accidentes de tráfico.

Aunque no haya un grupo concreto de riesgo ¿Se puede prevenir?
[F] Todas las campañas de tráfico son importantes porque en muchos casos es una manera de prevenir muchos traumatismos que son tremendos por las secuelas. Pero bueno, el accidente puedes prevenirlo no poniendo en peligro tu integridad física, sea en lo laboral, tráfico o en lo que sea. Ahora, en el terreno de la prevención del ictus o la trombosis... Es un poco más complicado porque está relacionado con hábitos de vida saludables: una dieta equilibrada, no abusar de las grasas, hacer ejercicio, evitar el sedentarismo y también controlar muy mucho la hipertensión. La tensión es uno de los factores desencadenantes.
[R] El estrés, el ritmo de vida que llevamos actualmente...
[F] La consecuencia, por el ritmo de vida que llevamos, es que la edad media en la que puede darse un ictus está descendiendo de una manera evidente. Antes, la gente asociaba el ictus con ancianos, 70 años, hoy en día hay muchísimos casos a partir de cuarenta y tantos. Es un descenso muy drástico. Lo que podíamos denominar ejecutivos agresivos. La gente que está sometida a un estrés laboral.

Eso hace pensar...
[R] Es la primera causa de muerte en las mujeres de mediana edad.
[F] Por qué. Porque en ocasiones las mujeres somos tan sufridas que no hacemos caso de los síntomas que se pueden observar. Lo importante es que cuando se da algún síntoma representativo, de visión, que te mareas, que no eres capaz de expresarte bien, que pierdes fuerza en un brazo o en una pierna... Hay que ir a urgencias inmediatamente, porque en estos casos el tiempo es oro.
Adececo nació hace catorce  años por la falta de recursos públicos ¿Cómo está la situación?
[R] La verdad es que desde 2000 que se creó la asociación, nos fueron apoyando. Estábamos en un local cedido por el Ayuntamiento y compartido con otras entidades y en 2008, nos cedió la Xunta el espacio actual en el que contamos con 600 metros cuadrados y en el que tenemos distribuidas todas nuestras actividades y servicios. Y estamos trabajando en esa línea, en negociación continua y a la espera de tener resultados positivos, de mejora por la necesidad del recurso en sí, hay una necesidad de generar amplitud en el espacio, mayores ayudas a nivel económico y algo muy necesario que son las plazas concertadas. Disponemos de un centro de día con 20 plazas autorizadas, pero que no son concertadas.

¿Cómo trabajan en el día a día para cubrir las necesidades?
[R] Es una labor amplia y compleja por el perfil del usuario, pero contamos con un equipo interdisciplinar. Hacemos una primera entrevista de acogida e información que la realiza la trabajadora social para facilitar toda la información sobre recursos sociales y valorar su situación familiar y social. Luego se hace una valoración neuropsicológica, psicofuncional y logopédica y una vez que tenemos la valoración integral, nos reunimos el equipo interdisciplinar y elaboramos un plan individual de atención, en el que se le informa al afectado y su familia de los resultados y deciden incorporarse o no. Trabajamos en dos modalidades: de ambulatorio y centro de día. Una persona puede venir a una sola actividad como puede ser la neuropsicología, la terapia ocupacional, fisioterapia o bien pasar toda una mañana o la tarde. También tenemos transporte adaptado, que es fundamental para desplazar a los afectados.

También tienen actividades relacionadas con el ocio...
[R] Además de las actividades de la recuperación propiamente dicha, tenemos otra serie de talleres ocupacionales como informática, teatro adaptado, que tiene un éxito tremendo. Porque estas personas, además de asistir a la terapia, complementan su recuperación con estos talleres. Algo novedoso este año es la boccia. No estábamos desarrollando ninguna actividad deportiva propia y este año, con el apoyo del fisioterapeuta iniciamos este deporte. Luego tenemos talleres dentro del ambulatorio o el centro de día de manualidades... Depende de cada caso y las preferencias que puedan tener. Tenemos un grupo de socialización y debate. Porque, muchas veces pierden a sus amigos, y además de debatir actualidad, es una manera de que interactúen y vuelvan a encontrar esas relaciones que pierden al sufrir el daño cerebral.

Tienen un convenio con Cruz Roja ¿Para qué?
[R] Vimos que era un recurso que se podía facilitar a las familias. Firmamos ese acuerdo y cuando hay esa demanda les derivamos.
[F] El problema es que la teleasistencia está pensada para gente que está sola, y el caso de los afectados que normalmente hay por aquí necesitan la presencia de un cuidador, familiar o quien sea. Yo, por ejemplo, no me planteo ese recurso porque mi marido necesita una persona con él. Entonces, desgraciadamente, es uno de los casos más habituales y necesitan un apoyo que no suelen tener.

¿Es difícil acceder a un cuidador; no termina de funcionar la ley de la dependencia?
[F] No termina de funcionar. El problema es con las últimas medidas que tomaron para valorar la aportación que le dan al usuario. En un principio hicieron un pequeño recorte y ahora, con la ley que sacaron, se tiene en cuenta el patrimonio y de esa manera, económicamente se ve muy mermada, cuando no se tiene nada, porque, supongamos el caso de una persona que tiene 400 euros de pensión o de ayuda por su problema y resulta que según la ley de dependencia le estaban aportando 250 o 300 euros para asistir a un centro de día o para que haya alguien en su casa para apoyarle. Esos 250 o 300 euros se ven reducidos porque a lo mejor esa persona ha heredado cuatro leiras en el monte o en la aldea y ¿qué haces? O las malvendes o eso no te reporta ningún tipo de beneficio, pero a la hora de contabilizar, pues cuenta y la situación en algunos casos es bastante sangrante. Está claro que dependencia debería tener un apoyo económico muchísimo mayor. Lo que hay, es una parte nimia de lo que se necesita.

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