Dani se hizo grande en una silla de plástico

El Ideal Gallego-2011-05-22-013-1378741fcoliseo  cancelación del concierto

Dani Martín no quiso dejar en ayunas a sus fans y atravesó la AP-9 para contentarles con un repertorio improvisado a las puertas del Coliseo, después de que la promotora Articket no le dejase tocar, según el cantante. A ellos les regaló los temas de “Pequeño”, autógrafos, besos y el sueño de haber estado con el artista a tan solo unos metros. En silla de plástico.

Reportaje de marta garcía márquez

En furgoneta y agarrado a una guitarra, Dani Martín solo tuvo que coger una silla de plástico para contentar a las fans que ya no le podrán ver en concierto porque “un señor lo canceló de forma unilateral”. En los aledaños del Coliseo, no estaban las casi dos mil personas que tenían previsto cantar “Pequeño” junto a su ídolo.


Sin embargo, los más de 500 que se dieron cita a las puertas del multiusos se fueron con la convicción de que lo visto fue mucho mejor que lo que podría haber sido en directo porque el madrileño marcó con sus fans una distancia de apenas diez metros y las más privilegiadas le dieron la mano o un beso o se llevaron la camiseta firmada con guiño incluido.
El artista estuvo regalando temas durante una hora. Tiró de repertorio según los gustos de los presentes que le animaban para que tocase las favoritas del disco e incluso hubo alguno que le pidió la siete. Dani Martín fue como una especie de gramola para sus seguidores.
Marina salió a cantar “Volveré” en silla de plástico mientras su novio hacía de paparazzi y Peter Pan marcó el final del sueño en una cita donde el artista dijo que era la primera vez que hacía algo parecido, pero que estaba encantado. Confesaba habérselo pasado tan bien como los que estaban detrás de las vallas, a los que no quiso dejar en ayunas antes de seguir con la gira.
A ellos les explicaba que no se merecían ese trato, después de que 48 horas antes del concierto, los de la promotora Articket le anunciasen al cantante que de Vigo tenía que seguir recto para Madrid: “No es una cosa que se me vaya la vida pero el partido del Deportivo se sabía desde hace tiempo y la fecha para tocar era hoy y no me dejan”.

Rebeldía > Por eso, decidió citar a los suyos en el mismo sitio donde tenía previsto actuar. Quiso hacerlo sin vallas pero los responsables del IMCE le recomendaron poner una barrera para prevenir posibles avalanchas. Con una camiseta que rezaba “¿Quién es Mick Jagger?”, el artista animaba a sus fans a salir siempre a la calle cuando no estuviesen de acuerdo con algo y para que todos se quedaran a gusto, Martín cambió su silla varias veces de sitio. Se colocó delante de las chicas de Pontevedra que decidieron acampar el viernes de noche con tienda y unas mantas y osciló varios metros hasta ponerse justo ante el sevillano y de la adolescente que aseguraba que jamás se lavaría la cara después de que Martín le besase en la mejilla.
Desde allí, sonó “Pequeño” y todos fueron fieras civilizadas con un caramelo en la boca. A pesar de que el Coliseo puso la seguridad, ningún guardia tuvo que intervenir y el fenómeno fan se despachó con suspiros y algún que otro grito agudo.
El mismo cantante agradeció el apoyo y la colaboración del Ayuntamiento, con el que dijo estuvo encantado de hablar porque “pusieron todo de su parte” para que el evento se celebrase en su día. A pesar de todo, tanto el cantante como los espectadores protagonizaron un bis a bis en las proximidades del recinto, donde un Dani Martín proponía que alguien pusiese las tortillas y un poco de vino del bueno, a modo de merienda cena “y nos quedamos aquí”.

El Ideal Gallego-2011-05-22-013-1381f2f9Música > En el perímetro de la improvisación, el madrileño versionó “No puedo vivir sin ti”, de Coque Malla, y repasó el álbum “Pequeño” de pé a pá en el orden que sus seguidores quisieron.
De esta forma, empezó con “Mira la vida” para continuar con “16 añitos”, “Eres” y “Mi lamento”, junto a una guitarra amiga, la de su compañera Cristina, con la que sacó “Pequeño” a la palestra para confesar después que igual lo que estaba haciendo tenía que ver con el hecho de ser de Madrid: “Soy muy chulo”.
Anunció que Peter Pan sería el broche y recordó una vez más al señor de nombre Bibiano Morón, de Articket, al que le culpó de lo sucedido: “El que me contrató en su momento fue el que no lo quiso hacer”. Dani Martín se despidió como en un cuento pero cambió perdices por percebes en un escenario sin alturas del que se “bajó” con la uve de la victoria: “Hemos vuelto a ganar con el sentido común”. Y aún tuvo tiempo de desearle al Depor un uno en la casilla.

 

Dani se hizo grande en una silla de plástico

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