Cultura prepara un proyecto para consolidar las excavaciones de Elviña

La Concejalía de Cultura presentará en los próximos días el pliego de un proyecto con el que pretende poner en valor los últimos descubrimientos hallados en la campaña de excavaciones del castro de Elviña. La idea es revalorizar la prehistoria de la ciudad para que la curiosidad revierta a la parte más alta de A Coruña, a la que de momento solo se puede acceder a través de visitas guiadas. Precisamente, el  departamento presentaba el lunes pasado en el perfil del contratante de la web del Ayuntamiento una oferta para llevar en los próximos dos años el programa didáctico del museo Arqueológico e Histórico, que engloba el castillo de San Antón, las estructuras defensivas de la ciudad y el propio yacimiento. El importe de la licitación es de 15.000 euros y el plazo para presentar proposiciones terminará el 5 de febrero.
En el caso del castro, la propuesta radica en continuar con las visitas guiadas, que podrán realizar grupos escolares de todos los niveles educativos, adultos y otros visitantes. La actividad entre los vestigios de la historia coruñesa comenzará con la recepción de los visitantes, una contextualización y explicación del castro y una introducción a la fortificación, donde los expertos explicarán los elementos más relevantes durante una hora y media. Como condición, el adjudicatario tendrá que levantar una caseta para almacenar el material y la ropa.
Aunque las visitas no representan una novedad en la oferta cultural, desde Cultura aseguran que aumentarán los paseos por este trozo de patrimonio. En los presupuestos municipales para 2015, el castro de Elviña recibía cerca de 216.000 euros, una partida que no permitirá grandes excesos, si bien la intención es la de apoyar los trabajos en la zona.
Desde las redes sociales, los que están al mando de las tareas de recuperación recordaban en sus misivas que costear excavaciones no era un gasto, sino una inversión y que en cada campaña salen a la luz restos. De ahí que sentencien que es una lástima que no se destine más dinero, tiempo y personal.
Por su parte, el director del complejo, José María Bello, señalaba que los proyectos pensados hace años para el yacimiento están como estaban: “Siguen igual de parados”. En las partidas, decía el responsable, no se reflejan números importantes y la idea de musealizar en su momento el castro con la construcción de la Casa da Historia era “muy ambicioso y no están los tiempos para abordar algo así”, aseguraba.
Con todo y eso, Bello destaca el buen mantenimiento del perímetro, que antes de Navidades se limpiaba de vegetación porque “esta se desmadra y hay que cortarla”. Así que “en perfecto estado de revista”, el castro espera un soplo de vida por parte del gobierno local que le permita mostrar al curioso todo lo que allí se coció antes de que la ciudad fuese ciudad. En una atalaya de la que queda mucho terreno por peinar, según expertos en arqueología. Se calcula que de momento se ha inspeccionado una parte de las diez que estiman formaron parte del poblado que aquí se asentó.