Culpan a un grupo de ladrones de quemar tres coches en un garaje de Mesoiro

Culpan a un grupo de ladrones de quemar tres coches en un garaje de Mesoiro
el fuego del número 14 de baltasar pardal calcinó tres coches e inundó el garaje quintana

Un incendio consumió ayer tres turismos que se encontraban estacionados en un garaje comunitario, el del número 14 de la calle de Baltasar Pardal, en Novo Mesoiro, que resultó inundado al reventar las tuberías. En realidad, los ladrones que supuestamente forzaron la entrada alrededor de las dos y media de la madrugada de ayer solo prendieron fuego a uno de ellos, un Seat Ibiza blanco, pero las llamas se contagiaron a los vehículos cercanos.

La propietaria del Ibiza, Silvia Mourelle, que trabaja en una peluquería de la misma calle, explicó que se había comprado ese coche hacía solo tres semanas. En ese corto plazo, ya es la segunda vez que se levanta de la cama para descubrir que alguien ha forzado el coche: “La primera vez fue hace una semana. Entonces entraron por la puerta del copiloto y me destrozaron el interior para robarme la radio”.

Mourelle está convencida de que los autores de ese robo fueron los mismos que ayer prendieron fuego a su vehículo, porque lo forzaron de la misma manera. “Pongo la mano en el fuego”, declara rotunda, aunque también afirma con la misma seguridad que no existe ningún móvil personal detrás de estos actos delictivos. “Creo que trataron de robar el coche y, como no pudieron, decidieron quemarlo”. Los delincuentes sí consiguieron sacar el coche de su plaza antes de la alarma les hiciera huir: “A mí me despertó la alarma a las 02.50 horas y cuando bajé a ver, el coche ya estaba ardiendo”.

 

comportamiento inusual

Es posible que los culpables hubieran decidido prender fuego al vehículo para eliminar cualquier posible prueba, como huellas dactilares, como suele suceder tras el robo de un vehículo. De todas maneras, desde la Policía Nacional afirman que su comportamiento fue “muy extraño”, dado que lo habitual es que los ladrones que penetran en los garajes no provoquen más daños que la rotura de los cristales de las ventanillas de los vehículos para poder sustraer todos los objetos de valor.

Ayer, sin embargo, el fuego que prendieron en el interior del Seat Ibiza de Mourelle también redujo a un esqueleto carbonizado a otro vehículo situado al lado y dañó a un tercero. Además, el calor de las llamas derritió las tuberías de PVC del agua, lo que provocó una inundación que anegó todo el garaje comunitario y obligó a cortar el suministro en el bloque. Los bomberos dedicaron casi una hora a las labores de extinción, y dejaron abiertos tanto el portón de entrada como un acceso lateral para peatones para que se ventilara.

Unos treinta vecinos abandonaron de forma precipitada sus domicilios alertados por la densa columna de humo que se extendió por las escaleras. Tuvieron que permanecer en la calle cerca de una hora hasta que los bomberos decidieron que no había peligro. Ya por la mañana, y ante la atenta mirada de una patrulla de la Policía Local, los residentes fueron sacando sus coches completamente tiznados. “Y todo esto por un coche de 2003”, insistía la joven peluquera.

Culpan a un grupo de ladrones de quemar tres coches en un garaje de Mesoiro

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