Cuando la fantasía entra en juego y las fotos se transforman en el escenario de fábulas

Porque se trata de ofrecer algo diferente en el mercado a lo que hacen los otros del sector, Vanessa Pier y David Ruiz llevan desde hace tres meses trabajando la fotografía de fantasía. En composiciones donde la imaginación es libre. Y cada cliente elige un fondo. El que quiera. El señor Photoshop pone las herramientas. Ellos, las manos y el tiempo porque cada creación puede llevar hasta 46 horas de elaboración.

El resultado se puede ver este mes en el Café da Guiné, en la calle de San José, donde cuelgan algunas de sus instantáneas. En las que siempre hay una persona como protagonista. Aderezada de tantos elementos como ella quiera. Así, el sujeto puede situarse aunque sea en la ficción en una playa de Hawaii con tabla de surf en ristre o posar como la “Wendy” de Peter Pan y volar delante de la Torre de Londres.

Vanesa explica que el proceso creativo comienza con una larga sesión de fotos sobre un fondo neutro. Una vez, el modelo tiene las copias en su mano elige la que cree más apropiada para acompañarla de fantasía. De esta forma, ImagineSe Fotografia comienza a jugar con los fondos. Que son ilusiones ópticas que trasladarán al personaje principal a un mundo de cuento o bien a un escenario conocido. Eso depende del encargo.

La cafetería se llena estos días de Cenicientas y de Venus que recuerdan a la obra de Boticelli. En un pequeño universo inventado en el que las fotografías pasan por verdaderas ilustraciones.

Según Vanessa, esta forma de hacer arte apenas se explota en esta punta del mapa mientras que la de estudio está ya muy quemada. En su caso, coquetean con la fantasía y ponen también los pies en el suelo para zambullirse en series con trasfondo social como la que mostrarán en el mismo local. Será sobre la violencia de género. Para entonces, el color y las luces brillantes darán paso al blanco y negro. Y la expresión de los protagonistas ocupará toda la composición. Sin más atrezzo a los lados. n