Cruz Roja triplicó el número de ayudas para el retorno de inmigrantes en 2011

Aunque el paro es un problema grave a todos los niveles, resulta más difícil de superar cuando el desempleado se encuentra sin una red personal de amigos y familiares que lo apoye. Es por eso que muchos inmigrantes que en su día se instalaron en la ciudad con la esperanza de prosperar deciden marcharse, desengañados. Algunos lo hacen a través del programa retorno de Cruz Roja, que este año ayudó a 149 inmigrantes “que no consiguieron los objetivos de su proyecto migratorio”, mientras que el año pasado solo fueron 59. Es decir, que prácticamente se triplicó en tan solo un año.

La demanda provocó que en solo un año se pasara de 59 a casi 150 casos atendidos por la ONG

Es una cifra importante si se tiene en cuenta el bajo porcentaje de población inmigrante que existe en la ciudad y el hecho de que solo unos pocos son admitidos en el programa: hay miles de personas en la lista de espera para que les ayuden a salir del país. Se trata de un fuerte aumento en una tendencia que la organización humanitaria comenzó a notar con el comienzo de la crisis y que en los últimos tiempos no ha hecho más que agudizarse. Según el gabinete que se ocupa de los inmigrantes, en 2007 prácticamente no había ninguna petición de ayuda para retornar al país de origen.

Pero la situación fue cambiando a medida que pasaban los meses y la desaceleración económica se iba convirtiendo en una verdadera depresión. Hay que tener en cuenta que la población inmigrante ocupa los puestos de trabajo más precarios que existen, los que tienen contratos temporales (en el mejor de los casos) y que requieren una baja cualificación, y son éstos los primeros en sentir el efecto de los despidos y recortes de personal que acometen las empresas.

más integraciones

En el lado positivo, otros programas de Cruz Roja con la población inmigrante también han obtenido resultados, como el de reagrupación familiar: el año pasado se trabajó con 129 extranjeros que tenían permiso de trabajo y residencia y a los que se les dio el visado de reagrupación familiar cuando en 2010 fueron 119. También se favoreció la integración social de 991 inmigrantes a través de formación y regularización lo que suponen 349 personas más que en el período anterior. n