Crecen los controles de tráfico ocultos para luchar contra las redes sociales

Crecen los controles de tráfico ocultos para luchar contra las redes sociales
18 febrero 2015 A Coruña.- La Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y la Policía Local, montaron varios controles de alcoholemia en las principales vías de salida de la ciudad Fotografía del control en San Vi

Cada año, los agentes de la Agrupación de Tráfico del cuartel de Perillo superan con facilidad la cifra de un millar de controles puesto que en cada turno de trabajo se pueden hacer entre uno y tres. Sin embargo, aunque la cifra no aumenta mucho de año en año su complejidad si se está incrementado, en un  intento de mejorar su eficacia contra algunos fenómenos, como el de las redes sociales. Así que a los controles  habituales se suman otros dispositivos, como los controle so cultos o los coches dispuestos para perseguir a los infractores que tratan de evitar someterse a los test de alcoholemia.
“Las redes sociales se consultan pero tampoco estamos encima de ellas. A la hora de decidir cuando vas a cambiar cambiamos y punto”, matizan desde la Guarida Civil. Desde luego, se trata de ser más ágiles, pero la misma complejidad de los test de a los que someten a los conductores sospechosos impide que puedan levantar el control cada media hora. “Un test de alcoholemia dura diez minutos, uno de drogas, unos 45, así que no sería viable cambiar demasiado a menudo”, aclaran.
Así que la técnica que la Agrupación de Tráfico emplea para capturar a los más esquivos consiste en combinar coches rotulados con camuflados y controles más visibles con los disimulados, para que sea más complejo detectarlos.  “Tampoco podemos estar en todos los sitios, así que debemos escoger”, aclaran. Uno de los problemas a los que se enfrentan es la gran cantidad de carreteras y caminos secundarios que puede escoger el infractor para tratar de escapar de los agentes. Sobre todo, los conductores más recalcitrantes. “Hay colectivos que se resisten a dejar de conducir bajo los efectos del alcohol y que creen que pueden hacerlo con total impunidad”.

impunidad
Es precisamente para acabar con esa sensación de impunidad por lo que la Guardia Civil está cambiando sus tácticas: “La ideas es dar la impresión de que estamos en todos los sitios, que no hay carreteras seguras”.
Además, los agentes de Tráfico señalan que estos conductores que se sienten seguros de su conocimiento de las rutas alternativas como para ponerse al volante después de conducir aumentan mucho el peligro porque las rutas que emplean no suelen estar en las mejores condiciones. Los coches patrulla les persiguen por estas vías, a veces mal asfaltadas o invadidas por la maleza, o tienen curvas cerradas, lo que resulta peligroso no solo para el conductor, sino sobre todo para cualquier peatón al que sorprenda en uno de estos giros.
A pesar de que las últimas tendencias muestran un aumento en el número de alcoholemias (sobre todo entre las conductoras, lo que supone un cambio de tendencia) y que cada vez es más difícil rebajar las estadísticas de siniestralidad, desde la Guardia Civil están convencidos de que este año volverá a arrojar unos resultados positivos. 

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