Creaciones toscas y con glamour

 hotel riazor joyas de sandra criado

Sandra Criado se paseó ayer por la ciudad del brazo de sus últimas colecciones de joyas, para las que emplea toda su imaginación. La diseñadora no repite y deja que de su cabeza salgan ideas que hacen que la madera combine con piedras semipreciosas y plata, en un conjunto que bebe de lo artesanal pero también de las tendencias.

Reportaje de m.g.m.

¿Por qué una joya no puede llevar un trozo de madera tosca? Sandra Criado no le pone trabas a su imaginación. De su cabeza salen diseños que se acomodan al perfil de cada cliente. En este aspecto, la forma de trabajar de la diseñadora tiene que ver con la de una modista. Su cartera de compradoras llegan al taller de Madrid y se enfrentan al espejo y a los consejos de Sandra, que viste a cada percha lo que más le favorece.
Si el encargo es para un modelo en concreto, ellas aparecen con la prenda y la artista comienza a trabajar. Así es como ayer desplazó el último material al hotel Riazor, donde los curiosos pudieron ver sus creaciones agrupadas en varias colecciones.
Por una parte, están las “little pieces”, para las que casa plata o latón con piedras semipreciosas, pero también con poliéster o fibras sintéticas e incluso semillas. Según mande la inspiración. En este apartado, las joyas tienen nombres divertidos. Criado crea sin querer un “concierto de lilas” o interpreta con distintos materiales lo que significa para ella un centollo de la ría.
Entonces pasa que el rojo coral combina con el metal vacío y hueco y una cianita representa el mar. El crustáceo convertido en collar comparte espacio con su “madonna” particular, una cabeza de mujer con cabello de madera y rostro frío. Como licenciada en Bellas Artes y especializada en diseño, Criado no repite modelos casi nunca porque el momento le pide que engarce más piedras o que hile la creación con seda japonesa. Sandra dice que para ello también sigue a la tendencia porque lo suyo es una labor de artesana por lo tosco pero con toque de glamour para ser un imán en la calle. Elegante.
Arte y moda se dan la mano también para ofrecer una segunda gama de piezas. Son las “simplicity”, que se caracterizan por ser ligeras y fáciles de llevar. Y las que menos tiempo pasan en el taller, porque se venden rápido. Se le escapan de las manos.
Sin embargo, en su visita a la ciudad la artista no quiso llegar sin nada nuevo y aprovechó para presentar la colección Caprichosa, en la que el ágata es protagonista en contraste con materiales no tan nobles como pueden ser las lanas, que sirven de cordón para el cuello. Son un total de treinta creaciones únicas para las que Criado ha buscado el equilibrio. Siempre haciendo caso a lo que dicta la tendencia. Ahora que el “hecho a mano” está perdiendo todo su encanto, la diseñadora tira de la artesanía para “manifestar el arte que llevo dentro” y volver a su local de Madrid a seguir aumentando su producción y dando citas como si fuera un médico. Porque las clientas no se agolpan. Van por turnos y reciben una atención personalizada. Algo que trata de cuidar mucho la creadora. Al igual que la paquetería. Cada una de las joyas lleva título en una etiqueta donde se confirma la exclusividad del complemento.
En un mundo de clones, Sandra Criado deja que el impulso creativo ponga el cordón más o menos largo.