A Coruña perdió en 2014 el 11% de su población de nacionalidad extranjera

A Coruña perdió en 2014 el 11% de su población de nacionalidad extranjera
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En una comunidad autónoma como Galicia, en la que la tasa vegetativa es tan negativa, la población se entiende como una medida de riqueza y la inmigración, como una necesidad. Y si es así, A Coruña se está empobreciendo: según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el año pasado la ciudad perdió un 11% de su población extranjera. El padrón señala que pasó de 13.216 personas en 2013 a 11.889.
El dato rompe una tónica ascendente que se había mantenido durante la crisis. En efecto, desde 2008 la población de origen foráneo no había dejado de crecer en la ciudad, incluso en lo más duro de la recesión económica: 10.811 (2008), 12.032 (2009), 12.344 (2010), 12.518 (2011), 12.971 (2012)... No es fácil encontrar una explicación a este fenómeno, sobre todo porque existen distintos tipos de inmigración. Marta Cid Rivera, responsable del programa para inmigrantes de Cruz Roja en la provincia de A Coruña, entidad que atiende a una parte del colectivo inmigrante, aquel que está en una situación más vulnerable, señala:  “Los flujos inmigratorios dependen de la zona. Aquí, en Galicia, son un poco más estables que en otras zonas, pero no hay que olvidar que los inmigrantes abandonan su país por motivos económicos, exceptuando apátridas y refugiados”. 
La responsable de inmigración de Cruz Roja, recuerda que “en un primer momento, la gente estaba pensando en retornar”. En concreto, los procedentes de países como Brasil, donde aumentó la demanda de mano de obra en construcción, generaron un flujo de retornados. “Pero la gente que no tenía otras opciones ha preferido quedarse aquí”. Al ocupar los españoles trabajos de más baja cualificación que antes ocupaban ellos, habría más paro en este colectivo, lo que les forzaría a desplazarse en busca de empleo. “No observamos que haya una vuelta a su país, sino a otras zonas de Europa”, añade Cid. Es un diagnóstico con el que coincide la ONG Ecos do Sur, que añade que muchas de estas personas viajan al norte, a países como Alemania, Francia e Italia. 

por el idioma
Todo depende de la potencia económica del país y de si se habla el idioma. “Por ejemplo, si eras subsahariano y hablas francés, te vas a Francia”, explica Cid. Pero son los sudamericanos los que más fácil lo tienen para desplazarse por Europa porque, como recuerdan en Cruz Roja, en dos años pueden tener la nacionalidad. Desde Ecos do Sur añaden que muchos se empadronan porque es más fácil regularizar su situación, lo que contribuye a explicar que la cifra de empadronados creciera con el tiempo.
“Tenemos muchas familias que se han ido solo un miembro, y si les preguntan donde está el marido, nos dicen que se ha ido a Francia o Italia”. Normalmente, a un lugar donde cuentan con un pariente o amigo que les puede acoger en su casa o que les ha conseguido el trabajo. Los que tienen empleo aquí, añade Ecos do Sur, lo consiguen en el sector de las reformas y de la hostelería, “aunque la precariedad ha generado más competencia y el trabajo es de peor calidad”.

A Coruña perdió en 2014 el 11% de su población de nacionalidad extranjera

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