A Coruña lamenta la muerte de Alberto Martí, al que recuerda como un ejemplo

A Coruña lamenta la muerte de Alberto Martí, al que recuerda como un ejemplo
Alberto Martí celebró su 95 cumpleaños rodeado de la directiva, el personal y los voluntarios de la Cocina Económica | AEC

Había mañanas en las que Alberto Martí se subía a las plumas de las grúas. Nunca tuvo vértigo. El fotoperiodista fallecido agarró la cámara con doce años y no la soltó hasta que un conductor ebrio le provocó 33 facturas en el cuerpo. El objetivo se fue, pero no su legado, llegando a retratar la ciudad en 7.000 clics al año. No llegó a revelarlas todas, pero las que sí pasaron a papel sirven para ponerle cara a la emigración. Y es que Martí pasó mucho tiempo de su vida en el muelle esperando barcos o despidiendo a hombres y mujeres con paquetes atados con cordones.


Por todo esto y una personalidad alegre y solidaria, las muestras de pesar de los coruñeses fueron constantes en la jornada de ayer. La mayoría, a través de la redes sociales. Otras, como la de la Asociación de la Prensa de La Coruña (APC), en un comunicado en el que lamentó su muerte y habló de él como un referente irrepetible del fotoperiodismo en Galicia. Martí era su socio más veterano y al que galardonaron en 1960 con el Premio Nacional de Fotografía por una instantánea en el restaurante Lhardy, en la que un perturbado amenazaba con un cuchillo a un camarero ante la presencia de policías.


Martí Villardefrancos obtuvo, en 2007, el I Premio Juan Cancelo a una Vida en Imágenes, otorgado por la APC y desde 2009 presidió la Cocina Económica. Antes, trabajó en “La Voz de Galicia” hasta los 65 años.


Por su parte, el Partido Popular anunció que pedirá en la Comisión de Honores y Distinciones del 4 de octubre, la tramitación del expediente para que se le dedique una calle. El partido pretende así “poner en valor la labor de un coruñés que dedicó gran parte de su vida a trabajar y ayudar a los más necesitados al frente de una institución emblemática de nuestra ciudad, la Cocina Económica”. Y es que Martí solo pensaba en trabajar. Por eso, odiaba los domingos porque estaban hechos para el descanso. Desde el dique de Abrigo retrató un país y en el Orzán le puso plato al que no tenía nada en la despensa.


Sus restos mortales serán velados en Servisa hasta las 13.00 horas, y continuación recibirá sepultura en el cementerio de San Amaro. Previamente, a las 12.30 horas se celebrará una misa en la capilla del tanatorio.

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