A Coruña da la bienvenida a los peregrinos náuticos de la travesía “Navega el Camino”

A Coruña recibió ayer al más de un centenar de tripulantes que a bordo de treinta embarcaciones a vela llegaron peregrinando desde Hondarribia para seguir los pasos náuticos del Apóstol Santiago y realizar la ruta jacobea por mar.
Se trata de los participantes en la travesía “Navega el Camino”, que celebra su segunda edición una vez aprobada esta singular modalidad de peregrinaje por parte del Arzobispado de Santiago. Así, por el momento es la única ruta a vela con la que se puede obtener la Compostela, credencial oficial del peregrino.
Esta travesía parte de una iniciativa de la Asociación North Marinas, formada por las principales marinas y puertos deportivos del norte de España, entre ellas Marina Coruña, concesionaria del Puerto coruñés y que gestiona la dársena deportiva de San Antón, a donde llegaron los barcos, que fueron recibidos, entre otros, por la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, y el presidente de la Autoridad Portuaria de A Coruña, Enrique Losada.
La treintena a vela partió el pasado 16 de julio del puerto vasco de Hondarribia para pasar por Bermeo, Santander, San Vicente de la Barquera, Gijón, Cudillero, Ribadeo, Vivero y Cedeira, antes de arribar al puerto coruñés.

Camino hasta Santiago
Tras arribar a tierras coruñesas, los tripulantes recibieron su credencial de peregrinos sellada para poder obtener la Compostela en cuanto lleguen a Santiago el próximo jueves tras pasar por Muxía y Muros.
Además de la propia navegación jacobea, el centenar de tripulantes también está disfrutando de distinta actividades durante el trayecto, que concluirá tras recorrer más de 400 millas marítimas, o lo que es lo mismo, unos 800 kilómetros terrestres.
Con esta iniciativa, la Asociación North Marinas pretende recuperar una antigua peregrinación inspirada en la ruta marítima de la Edad de Bronce durante la que se inició el comercio de metales por transporte marítimo en el arco cántabro-atlántico. Así, en esta ocasión la conexión comercial se cambia por la cultural, uniendo las dársenas del norte español, así como a los aficionados a la vela.