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viernes | 19 abril | 2024
A Coruña no es solo la ciudad gallega con los precios más elevados a la hora de adquirir una vivienda. Los locales comerciales disponibles en la ciudad se mueven por la senda de lo prohibitivo respecto al resto de grandes urbes de la comunidad. Además, según un estudio de la Federación Galega de Empresas Inmobiliarias (Fegein), también en este punto de la geografía autonómica es donde se concentran más bajos que no encuentran inquilinos en el mercado del alquiler en relación al cómputo global de locales para montar negocios.
En la actualidad, los propietarios del municipio y los ayuntamientos más próximos ofertan a través de empresas inmobiliarias un total de 1.110 locales al margen de todas las propiedades que están ocupadas por cualquier tipo de establecimiento, según indica un informe elaborado por Fegein. La institución no contabiliza aquellos que aparecen solo en sitios web como Idealista.com, pero las cifras no son desdeñables.
Con más de un millar de espacios a pie de calle sin ocupar (el 9,7% del total de inmuebles existentes destinados a este fin), la comarca lidera de lejos este negativo ránking que podría ser un reflejo de la crisis del consumo y los resultantes cierres, dado que el área metropolitana de Vigo ocupa el siguiente lugar con casi la mitad de los bajos sin arrendar (600 locales, es decir un 6% de las cifras globales). En Ourense hay 450 disponibles, mientras que en Santiago han contabilizado 400. En otras urbes como Ferrol, en las que la recesión afectó más, hay menos espacios porque el tamaño de la localidad es mucho menor y el número global de inmuebles es, igualmente, más reducido.
“El número es bastante aproximado porque contamos aquellos que están en el circuito de comercialización y siempre hay algunos que por los motivos que sean ni se alquilan ni se venden”, explica el presidente de la federación gallega, Benito Iglesias.
El representante del sector achaca esta gran cantidad de activos libres en las ciudades a que “muchas entidades financieras cerraron en calles céntricas o semicéntricas”.
Además, comenta que un factor importante de que los locales ocupados se intercalen con los vacíos en calles a priori buenas para el consumo está en que “las franquicias y grandes marcas acaparan estos núcleos y el comercio local no puede aguantar los alquileres elevados que esas empresas sí soportan”.
La renta va por barrios
Además de por el elevado stock, A Coruña destaca por compartir con Santiago el primer puesto en cuanto al precio medio más caro. En ambos lugares abrir un establecimiento en un local que no sea propio puede implicar gastar, de media, 11 euros por metro cuadrado. Vigo se sitúa dos euros por debajo de esa renta mensual y el resto de grandes ciudades gallegas dispone de espacios más ajustados a la realidad del bolsillo de un emprendedor.
Pese a ese cómputo general, la federación ya advierte de que los inquilinos se pueden topar con precios más altos y con alguno más reducido, en función del barrio en el que se quiera implantar. Por ejemplo, establecerse en el distrito comercial que forman el centro y la Ciudad Vieja implicaría un gasto medio de 19,50 euros el metro cuadrado.
Es decir, una reducida tienda o bar de 50 metros cuadrados tendría una cuota cercana a los 1.000 euros cada mes. En el lado opuesto se sitúa el área de influencia de la Sagrada Familia y el barrio de Vioño con un coste de 4,20 euros. “Los costes de las calles céntricas son diez veces más elevados que en la periferia”, puntualiza Benito Iglesias, que indica que en Ferrol y Lugo hay más precios buenos.
En el último caso coinciden los datos del portal Idealista.com, que sitúa como más barata la zona de Mesoiro dentro de una muestra objetiva de 623 solo en la ciudad. El entorno con mayor inversión sería, en este caso, el de Cuatro Caminos y la plaza de la Cubela, porque de los 60 locales disponibles el precio medio rozaría los 46 euros por cada metro cuadrado.
