El Corte Inglés de Ramón y Cajal abre “la mejor planta de mujer de la región”

El Corte Inglés de Ramón y Cajal dispone desde esta semana de una planta de textil para mujer con una imagen renovada y hasta siete nuevas marcas que se han incorporado a la familia de enseñas de los grandes almacenes. El director territorial de El Corte Inglés para Galicia, Javier Esteban, aseguró que esta modernización ha supuesto “un gran esfuerzo” pero, al tiempo, ha permitido crear “la mejor planta de mujer que hay ahora mismo en la región”. Los clientes ya disponen de un espacio de 5.000 metros cuadrados, una parte de los cuales se ha ganado con el traslado de la zapatería.
La ubicación de la oferta textil sigue siendo la misma, pero ahora tiene “la mejor representación y concentración de marcas de nivel medio alto de las tiendas”, que existen en la comunidad. Esteban comentó que las instalaciones de Vigo “se aproximan bastante”, pero por espacio no podrán disponer de todas las referencias que hay en la ciudad.
La reforma, además de conllevar un cambio de imagen para algunas firmas ya existentes, ha facilitado la implantación de Marella de Max Mara, Liu Jo, Claudin Pierlot, Molly Braken, Polo Ralph Lauren, la marca de tallas grandes October y la gallega Bimba y Lola, que ya tenía presencia en la sección de complementos del centro comercial.
Para el año próximo se reserva la modificación de la imagen de las colecciones propias –así como de la planta de hombre–, pero ayer mismo el personal trabajaba para dar los últimos retoques al área de lencería ubicada en la misma planta.
Esteban, que estuvo acompañado del director del centro Antonio San José y del responsable de Moda Mujer de Ramón y Cajal, Serafín Rey, así como del responsable de relaciones externas, José Manuel Blanco, aclaró que se ofrece un entorno “premium” hasta ahora solo existente en el centro de la calle de Serrano de Madrid. La exposición está dividida por zonas y se ha implementado un nuevo servicio. Además de dar mayor intimidad al mostrador de pago, las clientas pueden llamar a los dependientes a través de unos botones instalados en los probadores. Al tocarlos, a las encargadas les vibran unas pulseras especiales.