La convocatoria del 1 de Mayo saca a la calle un 40% más de personas que el año pasado

Casi cinco mil personas se echaron a la calle ayer en que los sindicatos consideran la antesala de la huelga general con las que los sindicatos quieren amenazar al Gobierno central para que cambie sus políticas actuales. La jornada del Día los Trabajadores, la efeméride más importante para el sindicalismo, les permitió medir su capacidad de movilización de cara al conflicto laboral. En ese sentido, la convocatoria se puede considerar un éxito: salieron a la calle un 40% más de personas que en 2017, cuando al Policía Local contabilizó 3.000.
La marcha se llevó a cabo por el centro de la ciudad, de manera pacífica, como es habitual, e incluso festiva, con personas de todas las edades marchando tras las pancartas. Entre ellos destacaron los miembros de las juventudes comunistas con cánticos como “Queremos as pensións de Juan Carlos de Borbón!” y el clásico “A loita é o único camiño!”.
Reivindicaciones
Además de las reivindicaciones colectivas, que exigían una mayor igualdad, medidas en contra la precariedad y la derogación de la reforma laboral –“Contra a explotación, a represión e o saqueo”, rezaba la pancarta de CGT–, también hubo espacio para protestas que afectan especialmente a algunos colectivos, como los jubilados, que salieron también a la calle para exigir que se revaloricen sus pensiones. También destacó en muchos carteles el color violeta, tanto en UGT “Vivas, libres, unidas”, como CCOO, “As mulleres de CCOO movémonos”. También pequeños negocios (“O comercio en loita”), conflictos laborales de una empresa particular, como la de ISOWA, o incluso personales, como la de un hombre que denunciaba en su pancarta que su madre octogenaria llevaba meses esperando por que su madre fuera operada del corazón.
Pero sin duda fue el feminismo el que marcó este uno de mayo y la razón es el éxito de la movilización del ocho de marzo, en el que miles de personas, solo en A Coruña, salieron a la calle en una jornada que hasta ahora solo había tenido una importancia puramente simbólica, y que está pasando a convertirse en un movimiento de masas en el que los sindicatos quieren apoyarse de cara a la posible huelga general. Si ayer fueron 4.900 personas las que salieron a la calle, el ocho de marzo fueron 33.000, lo que prueba la fuerza de convocatoria del movimiento feminista. De hecho, uno de los lemas que podían escucharse durante la manifestación fue “Contra o patriarcado, contra o capital, folga xeral!”
El secretario comarcal de UGT José Carrillo, o de la CIG, Xabier Filgueira, hicieron mención de este hecho en sus discursos. Carrillo comenzó su discurso haciendo una mención a la última víctima de violencia de género antes de pasar a denunciar la actitud del Gobierno, al que acusó de contar con economistas solamente para falsear los datos necesarios para contar con argumentos que impiden la revalorización de las pensiones.
Filgueira, por su parte, señaló que “nos movilizamos hoxe pola recuperación dos dereitos roubados a clase traballadora. Estamos nunha situación de auténtica emerxencia e imos facer un chamamento público a una auténtica folga xeral que de resposta a estas graves consecuencias”. Eilgueira recordó en que más del 34% de los contratos son temporales, lo que quiere decir que son precarios. Para los sindicalistas, es un terreno abonado para la huelga.