Un conductor se estrella contra una glorieta tras desvanecerse

Un conductor se estrella contra una glorieta tras desvanecerse
El vehículo estrellado permaneció en la rotonda hasta que pudo retirarlo una grúa | David castaño

Un salida de vía tuvo lugar a las once y veinte de ayer en la glorieta de la Marina Mercante, en Labañou, cuando un hombre que conducía un turismo perdió el control del vehículo y se estrelló contra la la glorieta, causando graves daños en al vegetación. El sujeto resultó ileso, aunque fue atendido por Urgencias Médicas y trasladado al hospital para un examen médico después de que explicara a las autoridades que había sufrido un vahído.
El accidentado circulaba por la avenida de Gran Canaria cuando tuvo lugar el siniestro. El hombre trató de esquivar la rotonda, pero fue incapaz y acabó estrellándose contra ella. En un primer momento fue asistido por otro conductor que había contemplado el incidente, y que le encontró mareado en el interior, todavía consciente y sin aparentes lesiones producto del impacto.
Reordenar el tráfico
Los primeros en acudir fueron los servicios de urgencias médicas, que comprobaron que la víctima se encontraba fuera de peligro, pero los siguientes en hacer acto de presencia fueron los agentes de la Policía Local puesto que la ambulancia ocupaba un carril de la rotonda, y era necesario reordenar el tráfico.
Aunque la víctima fue trasladada rápidamente a un centro hospitalario, su vehículo fue una cuestión muy distinta: debía ser retirado por una grúa privada, que tardó en hacer acto de presencia, por lo que fue necesario mantener una patrulla municipal en el lugar durante media hora hasta que la grúa hizo acto de presencia, cortando los carriles para que pudiera maniobrar.
 

Un octogenario, atropellado
No muy lejos de allí, a las nueve de la noche se registró un atropello en la calle de Manuel Murguía La víctima resultó ser un varón de 88 años que fue trasladado por una ambulancia del 061 al Complejo Hospitalario Universitario, aquejado de un golpe en la cabeza. Pero, salvo estas dos excepciones, la jornada de ayer resultó muy tranquila para el tráfico.
De hecho, la Policía Local no levantó ningún atestado durante todo el día, lo cual suele ser raro en una jornada en la que llovió intensamente a primera hora de la mañana: las primeras precipitaciones suelen provocar que se multipliquen los alcances de vehículos por culpa de que los conductores no toman las debidas precauciones y no moderan la velocidad ni aumentan las distancias entre vehículos.
Se vivieron, eso sí, las acostumbradas aglomeraciones, puesto que fueron muchos los que decidieron optar por el vehículo privado para desplazarse al ver el mal tiempo que reinó durante todo el día.

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