Condenan al abuelo y el tío de una menor de Betanzos por abusar de ella durante años

Si, como entendía el fiscal, se trataba de una cuestión de credibilidad, el tribunal se la ha dado toda a la adolescente de Betanzos que el pasado 15 de mayo relató a puerta cerrada en la Audiencia Provincial los abusos sufridos desde los siete años y hasta los quince, primero a manos de su abuelo y, en los últimos tiempos, de su tío. Su testimonio, y los elementos que a ojos de los magistrados lo corroboran, van a costarle al mayor de los acusados una pena de diez años de reclusión y siete a uno de sus hijos, como autores, ambos, de un delito continuado de abusos sexuales.
Antes que al tribunal, la joven ya había confesado lo que ocurría en su casa a una profesora de su instituto. Fue a través de una carta donde contó los episodios a los que su abuelo –con el que convivió parte de su infancia– la había sometido desde pequeña, en los que el hombre la desnudaba, la empujaba a realizarle felaciones y también la manoseaba, bajo el pretexto de “jugar a los médicos”. El escrito, que la joven redactó a petición de la maestra, tras negarse a contarle de palabra qué andaba mal en su vida, también se refería a los encuentros sexuales que había mantenido con su tío, siendo ya adolescente, en los períodos que este pasaba en casa durante los permisos de la prisión donde cumplía varias condenas.
La profesora creyó “desde el primer momento” en el relato de la alumna, y lo mismo la técnico de servicios sociales a la que fue remitida la carta, y quien conocía a la menor por estar su familia bajo seguimiento, al encontrarse en riesgo de exclusión social.
El tribunal de la sección primera valora la visión de estas  dos testigos y se ampara también en el informe de las forenses que examinaron a la menor, que otorgaron una “alta credibilidad” a su narración. Con estas corroboraciones, desecha las versiones que en el juicio manejaron las defensas de los dos hombres, según las cuales, la adolescente podría estar mintiendo para obtener dinero de su abuelo o como venganza a su tío por un conflicto que mantuvo con él tras descubrirla consumiendo drogas.

consentimiento "viciado"
Ese contexto marginal de la menor –vivía con sus abuelos porque su madre tuvo problemas de alcoholismo y, según su propio testimonio, también había sufrido abusos durante su niñez a manos del mayor de los acusados– sí queda recogido en el dictamen de la Audiencia, pero como uno de los criterios que demuestran la relación de superioridad de los acusados sobre la niña. En este sentido, la sentencia distingue ambos casos, pero destaca que los dos hombres “se prevalieron” de la víctima para satisfacer sus instintos: en el caso del abuelo, aprovechándose de la “asimetría” que suponen los cuatro decenios que les separan y de su condición de familiar directo; en el del tío, por el contexto que compartía con la menor, noches de copas en las que ella acababa borracha, lo que, según el tribunal, lleva a que su consentimiento a las relaciones sexuales estuviera “viciado”.
En atención a la cercanía de los implicados con la menor, el fallo les impone junto a la pena de cárcel otro tanto de alejamiento, y el pago conjunto de 50.000 euros de indemnización.