Condenan a 29 años de cárcel al vecino de Carballo que violó a una octogenaria

Condenan a 29 años de cárcel al vecino  de Carballo que violó a una octogenaria
21 febrero 2014 A Coruña.- El acusado de violar y tratar de asesinar a una octogenaria en Carballo dice no recordar nada

La sección primera de la Audiencia provincial de A Coruña ha condenado a José Ramón Suárez, vecino de Carballo, a 29 años de cárcel, que violó a una octogenaria que residía en Verdillo, una aldea del municipio.
Según indica la sentencia, el hombre, de 29 años de edad, accedió la madrugada del 11 de agosto de 2012, se echó sobre la víctima, de 87 años de edad, la estranguló y cuando creyó que estaba muerta la violó. Finalmente robó una serie de enseres y abandonó la casa.
La decisión del tribunal tiene lugar en menos de un mes después de que el caso quedase visto para sentencia.
Cabe recordar que el condenado en su último testimonio ante la Audiencia, el 20 de febrero, afirmó que no recordaba nada porque “por aquella época pasaba todo el día borracho”.
Ante las preguntas del fiscal, el hombre contestó no recordar ninguna de las cuestiones que se le planteaban. Afirmó no conocer la vivienda de antes, ni sabía quién vivía allí, tampoco frecuentaba la parroquia de Verdillo, ni recordaba como llegó al lugar aquella noche, donde se estaba celebrando una fiesta.
La Fiscalía solicitaba para el acusado un total de 33 años de prisión. Catorce por intento de asesinato, otros tantos por agresión sexual y cinco por robo con violencia, además de una indemnización de 30.600 euros.
También el representante del Ministerio Público indicó, durante esa jornada, que Suárez en una declaración previa había reconocido que sí recordaba haber entrado en la casa y golpear a la anciana.
El escrito de la acusación reflejaba que la víctima fue estrangulada por una persona que entró a robar de madrugada en la vivienda y quién, dándola por muerta, la violó mientras permanecía inconsciente y luego se llevó un televisor.
Esta versión fue apoyada por la información que aportaron los testigos, entre los que se encontraban miembros de la familia de la octogenaria, además del personal médico que la trató a su llegada al hospital.

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A lo largo del juicio tanto el hijo, la nuera, como el nieto de la agredida relataron como encontraron a la mujer nada más entrar en la casa, después de que esta hiciese sonar un timbre que une ambas viviendas.
La familia recordaba que la víctima repetía la frase “quixéronme matar”, aunque, al parecer, no era consciente de la agresión sexual.
Posteriormente, se encontraron espermatozoides en la lavado vaginal que se le practicó a la anciana a su llegada al hospital.
El fiscal alegaba que la violación se produjo después de que el agresor, que actuó oculto con un pasamontañas, golpeó, asfixió y trató de asesinar a la mujer, creyó que esta había fallecido y fue cuando la violó.
El nieto de la agredida también manifestó en el juicio que vio al condenado, a quien reconoció “en un porcentaje muy alto”, de madrugada frente a la casa de su abuela.

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