Una concentración de apoyo recibe a los agentes coruñeses destinados a la Marcha de la Dignidad

Con una concentración espontánea, cerca de un centenar de agentes de la Policía Nacional recibió en la tarde de ayer en el cuartel de Lonzas a los compañeros destinados a intervenir el sábado en la Marcha de la Dignidad convocada en Madrid, donde varias decenas de policías resultaron heridos en los enfrentamientos con algunos de los manifestantes. 
Desde A Coruña partieron dos de las tres unidades que existen de la UIP, los antidisturbios, aunque ninguna de ellas pudo actuar cuando una parte de los participantes rodeó y atacó a los efectivos que sí fueron comisionados para controlar la protesta ciudadana. Esta es, precisamente, una de las cuestiones por las que ayer protestaban los agentes coruñeses: la imposibilidad de auxiliar a sus compañeros que, según denuncian, les vino impuesta por la Delegación del Gobierno. 
Como aseguran, las autoridades solo movilizaron a un 10% de los efectivos disponibles y les impidieron usar medios como pelotas de goma que, a sus ojos, habrían sido necesarios dada la violancia de algunos “grupos radicales”, y que, de hecho, acabaron por emplearse ante la gravedad de los incidentes.

aislados
Es por ello que ayer mismo, los tres sindicatos con mayor presencia en el cuerpo coruñés –el SUP, el CEP y la UFP– emitían un comunicado para exigir a la Dirección General de la Policía “el cese inmediato de los responsables que permitieron la descoordinación y la negativa al auxilio, que supuso dejar aislados a un reducido grupo de policías”.
Según señalan los representantes sindicales del 091, con las decisiones del sábado se puso en riesgo la vida de los agentes intervinientes “y de los propios manifestantes que asistían de forma pacífica”. n